Afirma López Obrador que es un acto de justicia y revés para los cacicazgos los triunfos de Zeferino Torreblanca y Narciso Agúndez en las elecciones para gobernador de Guerrero y Baja California Sur.
México, (Notimex).- El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, se congratuló por el triunfo de Zeferino Torreblanca Galindo y Narciso Agúndez Montaño en las elecciones para gobernador de Guerrero y Baja California Sur.
En conferencia de prensa, consideró la victoria de Torreblanca Galindo -quien compitió por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Convergencia y de la Revolución del Sur (PRS)- como un acto de justicia y un revés para los cacicazgos en Guerrero.
En su opinión, este triunfo significa un cambio con dimensión social para el estado, cuyos municipios se encuentran entre los más pobres del país.
"El caso de Guerrero va más allá de la política. Tiene que ver con la historia y, sobre todo, con lo social. Es la lucha por la justicia para los más pobres y humillados. No olvidemos que fue en Guerrero donde Morelos planteó que se moderara la opulencia y la indigencia. Es un pueblo luchador", puntualizó.
En otro rubro, López Obrador se congratuló por los resultados de una encuesta aparecida en un periódico de circulación nacional, según la cual 76 por ciento de los capitalinos aprueba su gestión.
Sin embargo, su beneplácito disminuyó al referir que sólo 44 por ciento cree que le dedica más tiempo a gobernar, mientras que 42 por ciento opina que trabaja más en su eventual candidatura por la Presidencia de la República.
Se comprometió a trabajar más por la ciudad y a construir más obras para demostrar la viabilidad, en lo hechos, del crecimiento económico con bienestar y de su proyecto de nación.
Asimismo, negó la posibilidad de presentar su libro fuera e las fronteras del país para convencer a los extranjeros de sus propuestas, pues señaló que estas sólo competen a los mexicanos.
En tal sentido, minimizó la opinión aparecida en el New York Times según la cual el PRI regresará a Los Pinos en 2006. "Pues en realidad no se ha ido del todo, si hablamos de política económica", señaló el Ejecutivo local.
Cuestionado por la prensa respecto a la detección de un presunto informante de narcotraficantes en Los Pinos y la eventualidad de ser objeto de un ataque para desestabilizar al país, López Obrador remitió la respuesta al gobierno federal.
En cambio, se pronunció por la contribución de todos a la estabilidad política, y convocó a sus adversarios a rectificar y desistir de su pretensión de desaforarlo, así como a privilegiar el interés nacional sobre intereses personales y de grupo.
Específicamente les demandó desistirse de la intención de hacerlo a un lado de la contienda electoral de 2006, retorciendo para ello la ley y dejando que la gente decida mediante el voto.
En su opinión, la infiltración de presuntos informantes de narcotraficantes fue posible porque las instituciones se distraen en atacar a los adversarios políticos de los funcionarios, en lugar de atender sus obligaciones.
Señaló que tal es el caso del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), el cual, según su parecer, en vez de ser una institución de Estado encargada de investigar y combatir el narcotráfico, el contrabando y el terrorismo, se aboca más al espionaje político de los adversarios.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal negó la posibilidad de que su equipo esté infiltrado; en todo caso, nuevamente confió su suerte a la gente.