Reportajes

Se desvirtuó el régimen ejidal

Radiografía | El campo mexicano en punto de quiebra.

El Siglo de Torreón

(Primera de cinco partes)

Corrupción y un manejo político, no productivo, minaron al sector social del agro.

Comarca Lagunera.- Actualmente cuatro de cada diez mexicanos que trabajan y habitan en comunidades rurales, pero no cosechan la tierra, ni engordan o crían ganado, han preferido dedicarse a otras actividades que les genera un ingreso mayor a los dos salarios mínimos que en promedio les ofrece el campo.

La población rural está cambiando de actividad porque el sector no les genera los suficientes ingresos, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, (Sagarpa).

La crisis del campo no es nueva. Algunas voces señalan que falta estrategia por parte del Gobierno para solucionar un problema agudizado por la corrupción y la entrada al Tratado de Libre Comercio. Con la desaparición de los ejidos la situación empeoró, aunque para muchos académicos y gente relacionada con el campo el régimen ejidal nunca funcionó.

Armando Luévano González, maestro e investigador de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), explica que en 1936 el régimen ejidal funcionaba y aun con Manuel Ávila Camacho en la Presidencia. Sin embargo, fueron las estructuras del Estado que se colocaron alrededor del campo mexicano las que dejaron de funcionar, pues generaron corrupción y división en los ejidos.

?El régimen ejidal funciona con apoyos, si no, no hay agricultor que lo resista?, manifiesta, ?la economía agrícola debe ser subsidiada para conservar ciertos rasgos de soberanía, funciona donde hay apoyos pero no donde el Gobierno lo abandona?.

En opinión de José Francisco Castro Mancillas, economista y director general de Posgrado e Investigación y Comunicación de la Universidad Autónoma de La Laguna (UAL), el régimen ejidal sí funcionó en el momento histórico cuando se legisló.

?Representó la posibilidad de una ocupación en el sector rural en una época donde la población de ese sector era mayoritaria, pero la situación se deterioró de una manera muy significativa a pesar de los esfuerzos en la época de los ochenta, donde este sector inició prácticamente su muerte?, indica.

Por su parte, Raúl Villegas Vizcaíno, maestro e investigador de la UAAAN, dice que el ejido implica toda una organización y forma de trabajar que debe recibir los apoyos como colectividad, pero cuando la unidad de producción se fracciona en unidades pequeñas, sigue habiendo ?ejidatarios? pero no ejidos, sino grupos de personas con parcelitas y actividades muy diversas, donde la escala de producción y la posibilidad de competir son muy bajas.

No obstante, también influyen factores políticos y de cultura, que tienen que ver con el funcionamiento del ejido, pues para trabajar en colectivo, se requiere una organización adecuada para ello, pero el mundo actual demanda la actividad individualista.

?El ejido funcionó cuando se permitió el trabajo en colectividad, no funcionó cuando le quitaron las condiciones, se le utilizó para otras cosas diferentes, se metió discordia al interior, se rompió la unidad de producción y la unidad social de trabajo?, indica.

Nunca funcionó.

Para Pedro Vázquez Rodríguez, presidente de la Cámara Agrícola y Ganadera de Torreón (CAGT), al menos en la Comarca Lagunera, el régimen ejidal fracasó porque estuvo manejado en forma política, con fines electorales, se dio una falsa protección hacia el ejidatario donde se le hizo ver que era dueño de la tierra. Lo que más impactó en ese entonces era que los créditos obtenidos estaban inflados por la corrupción existente, pero los campesinos sabían de antemano que no iban a pagar.

Como no hubo una vigilancia efectiva de los apoyos al ejido se fueron acabando, ya que los campesinos se dedicaron a vivir sin trabajar y los recursos destinados a la producción los utilizaban para mantenerse en lugar de producir. No había quién los supervisara como a un productor privado.

Del sector social en La Laguna sólo queda el nombre, dice el presidente de la CAGT, ?ya son muy pocos los que quedan?.

Ulises Adame, diputado federal, comparte la visión acerca del fracaso del sistema ejidal: ?en la primera y en la fase intermedia sí, pero cuando se hicieron los cambios grandes en el sistema ejidal, que se desarticuló el sistema de apoyo real a los campesinos y a los ejidatarios, cuando se dificultó la consecución de los recursos y se perdió de vista el objetivo de la producción y la soberanía alimentaria al ejido, éste se desplomó?.

Comenta que se quiso arreglar, modernizar a través de una reforma a la Ley en la que se podían enajenar los derechos ejidales, pero eso en lugar de funcionar, de modernizar y de capitalizar, empobreció más al ejidatario y al campesino y el resultado fue que el ejido quedó prácticamente desarticulado, son pocas y muy honrosas las excepciones donde los ejidos están funcionando de manera adecuada pero en la mayor parte del país están desorganizados y con muy pocas posibilidades de producción y supervivencia.

Pedro Peralta Chavarría, director del Instituto de Investigación Social de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), explica que en su origen el sistema funcionó.

?Claro que sí funcionó. Mantuvo y le dio de comer al país, pero también fracasó porque se dio un intercambio desigual entre los productos de la ciudad con relación a los productos del campo. Es decir, los productos del campo se mantuvieron en precios deprimidos, en tanto que los de productos industriales subían. Por ejemplo, un refresco cuesta actualmente cuatro kilos de maíz, cuando antes equivalía solamente a cien gramos de maíz, y así se fueron dando las cosas, independientemente de la enorme corrupción en que incurrieron las secretarías de Estado dedicadas al campo. Hubo una enorme corrupción en resumidas cuentas?.

Iván Chávez Lastra, regidor del Ayuntamiento de Torreón y coordinador de la Comisión de Desarrollo Social, de la que depende Fomento Agropecuario, expone que el sistema de ejidos no funcionó en nuestro país, ya que se distribuyeron las tierras pero nunca se les organizó, ni capacitó a los campesinos mediante un esquema responsable, serio y formal, para que hicieran producir el campo. ?Debido a eso pues más que ayudarlos los perjudicó porque los hizo dependientes, atenidos, tal vez algunos se enseñaron a producir algo, pero no a comercializar o a analizar las mejores opciones de siembra y prueba de ello es que fueron descuidándolos poco a poco hasta que cambiaron o vendieron sus espacios.

?Por ello, con las reformas al Artículo 27 Constitucional fue la mejor salida a este problema ya que les permitió vender legalmente sus terrenos?.

Ricardo Muñoz Rodríguez, director de Fomento Económico, que incluye Fomento Agropecuario del Municipio de Torreón, dice que el problema que enfrenta el sector campesino en algunos de los 38 ejidos de Torreón, es el mismo que sufren sus compañeros a nivel nacional. La falta de apoyo en capacitación y organización para producir, por nuevos caminos y nuevos esquemas que no les signifique verse en la necesidad de tirar sus cosechas como las de melón y sandía, por ejemplo, por falta de precio en el mercado.

Señala que en su momento el sistema de régimen ejidal hace cincuenta años tuvo su razón de ser en nuestro país y funcionó, pero los tiempos cambiaron y al no evolucionar en consecuencia, se convirtió en un evidente fracaso. La razón, el paternalismo y el hecho de que nunca se aplicaran esquemas de operación que tendieran al desarrollo. Faltó ante todo visión nacional y que trascendiera los sexenios, porque nunca hubo continuidad.

Mal planeado.

Jorge Contreras Casas, catedrático de Historia de México del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UJED, explica que el fracaso obedeció primero a que se hizo un reparto de tierra no planeado y segundo, a que se tomó como bandera política y no como su función socioeconómica. Se desvirtuó porque se repartieron tierras en donde no se debió haber repartido.

El régimen ejidal sí funcionó en determinadas regiones, porque había ejidos ricos. En Durango hubo varios como Pueblo Nuevo, El Brillante y El Oro.

El dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos (CNC) de Durango, Francisco Guevara Herrera, advierte que el régimen ejidal sí funcionó porque se repartieron las tierras con núcleos ejidales; sin embargo, lo que no funcionó fueron las políticas de apoyo al sector campesino, ya que no hubo avances ni tecnología para poder estar en buenos niveles competitivos como otros países del mundo.

?Nunca han estado activadas la organización, capacitación, tecnología y asesoría para potencializar el campo mexicano, por lo que presenta un retraso grande?.

Sergio Félix Landeros, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), afirma que sí tuvo su época. Hoy se tiene que modernizar totalmente.

?Hay algunas regiones donde ya no es productivo, no es benéfico y en otras donde ya tenemos que estar pensando en la industrialización. El campo dejó de ser un activo económico para algunas regiones?.

Por su parte el alcalde de Matamoros, Felipe Medina Cervantes, considera que el sistema funcionó en su tiempo, cuando se implementaron las estrategias para fomentar la actividad en el campo. Pero no se le dio continuidad a tal grado que ahora está muy devastado y se requieren apoyos para salir adelante, de lo contrario seguirá la migración.

Ramón Verduzco González, coordinador de la Comisión de Fomento Agropecuario en el Congreso de Coahuila, expresa que con la modificación a la Ley Agraria y a la Constitución, el ejido prácticamente ya no existe pues se ha convertido en lo que es privado pero sí tuvo su función en el aspecto social. Considera que el sistema ejidal debió haber sufrido una reforma.

?Hubiera sido mejor una reforma que la modificación de la Ley para que pudieran vender sus tierras, porque ahora la pobreza se genera más en el sector social, antes por lo menos producía para poder comer, pero ahora que su tierra la tienen rentada y que son peones de esa tierra pues no reciben parte del producto sino un sueldo?.

Para Alfonso Oliverio Elías Cardona, delegado regional de Sagarpa, hay ejemplos positivos y negativos. Existen ejidos que han seguido funcionando bajo ese régimen, pero en la mayoría es diferente la situación, existe el rentismo, la venta de sus bienes.

?Sin embargo creo que obedece más a la actitud, al esfuerzo y organización de los productores del sector social que al régimen. El trabajo del campo es cotidiano, de un gran esfuerzo y por eso la gente se sale del campo, pero no sólo en México, sino en todo el mundo. Los jóvenes ya no quieren trabajar la tierra porque es duro y tiene mucho riesgo, equivale a una aventura en cada ciclo?.

Una amenaza agroalimentaria.

China podría representar una fuerte amenaza para México al convertirse en proveedor mundial de alimentos, por lo que es necesario que los productores mexicanos se organicen para ser los proveedores de las grandes cadenas de autoservicio como Wal Mart y conquistar el mercado asiático, afirmó Gerardo López, coordinador general de Promoción Comercial y Fomento a las Exportaciones de la Sagarpa.

?China podría ser una amenaza como proveedor mundial en cadenas de autoservicio, porque las grandes firmas como Wal Mart o Carrefour ya se encuentran en este mercado, es por ello tan importante que los productores mexicanos se organicen para llegar a ese mercado?, dijo López Noriega.

Agregó que es necesario aprovechar que en China aún no existe una organización entre los productores, proveedores y tiendas de autoservicio, por lo que los productores mexicanos de agroalimentos pueden tomar ventaja en este rubro para ingresar al mercado asiático a través de los supermercados.

De lo contrario, continuó, los chinos que se organizan rápidamente tomarán ventaja y lejos de ser una amenaza se perdería mercado.

López Noriega señaló que para poder exportar a China se tienen que seguir procedimientos de sanidad y calidad de cuatro años por producto, trámite que ha hecho Estados Unidos.

Sin embargo, en la próxima visita que realizará Javier Usabiaga, titular de la dependencia, se espera que varios productos mexicanos puedan entrar al mercado chino en sólo un año.

?Por ejemplo a Estados Unidos le costó cuatro años entrar con la manzana y otros cuatro años para llevar la pera, con la visita del secretario se espera que entren varios productos en un año y la expectativa es muy alta con esta quinta reunión entre autoridades mexicanas y chinas?, dijo.

Los desaciertos.

Luis López Álvarez, profesor de Historia y ex coordinador del Congreso Agrario Permanente (CAP) en la Región Lagunera, recuerda que en sus inicios el régimen ejidal sí funcionó, mientras tuvo vida el general Lázaro Cárdenas del Río y su equipo.

?No hay que olvidar que la iniciativa del Decreto y quien lo lleva a la Cámara de Diputados, es Vicente Lombardo Toledano, de ideología socialista y primer secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), cuando era en realidad una organización de la defensa de los trabajadores?.

Explica que desde el momento en que abandona la Presidencia de la República el general Cárdenas y entra Manuel Ávila Camacho, comienza a destroncarse el ejido y va quedando relegado en lugar de fomentar su cohesión.

?Un ejido es cohesión, es el trabajo en conjunto y es la repartición de las ganancias en conjunto que ofrece el campo?.

Al llegar Miguel Alemán a la Presidencia, decreta que puede existir el Amparo para que los pequeños propietarios puedan reclamar sus tierras y el campesino es orillado a dividir más el ejido.

?Por otro lado, algo fundamental era la educación de los campesinos como dueños de sus tierras, ya no como peones y en esa educación se incluía a los hijos de los campesinos y se abrieron algunas escuelas de Agricultura, pero también desaparecieron y con acciones como ésas, el Gobierno desmanteló el ejido?.

En este contexto Bernardo Loaera Carrillo, diputado federal de Durango por el Partido Acción Nacional (PAN), no duda cuando afirma que el principal desacierto del régimen ejidal fue que se utilizó para fines electorales.

Esta visión es compartida por el alcalde de San Pedro, Emilio Bichara, quien opina que el mal uso de los recursos que ejercía el Gobierno a través de Banrural y algunas otras instituciones hizo que la gente perdiera la confianza.

La información de la última encuesta nacional de empleo de la Secretaría del Trabajo revela que de los nueve millones 65 mil ciudadanos que viven en zonas rurales y se ocuparon el año pasado, el 44.8 por ciento trabajó en el área de servicios, como peluquerías, refaccionarias, reparación de bicicletas u otros sectores, cuya característica principal es que ofrecen ingresos seguros.

Hoy en día la actividad agropecuaria pura sólo es de los productores que tienen grandes extensiones de tierra y, por el contrario, ha expulsado a quienes tienen menos de cinco hectáreas.

La agricultura, ganadería o pesca no han dejado de ser una fuente de ingreso de la población rural, pero ya no son la principal actividad.

?El análisis es de que en la etapa final, de la apertura comercial y de los grandes mercados, el ejido no estuvo preparado para surgir como unidad productiva, se desarticuló, se desmembró, se pulverizó hasta que finalmente el ejido pasó a formar parte de propiedades grandes en donde los dueños de los terrenos compran tierras, agua, gente y hasta voluntades, y queda nada más el recuerdo de una época que tuvo mejor tiempo con un promedio de edad muy avanzada de los productores y con muy pocas posibilidades de sobrevivir como tal en los próximos diez años?, afirma Ulises Adame.

4 de cada diez mexicanos viven en zonas rurales.

Leer más de Reportajes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Reportajes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 152655

elsiglo.mx