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TOKIO, JAPÓN.- El primer ministro de Japón Junichiro Koizumi se disculpó ayer por la colonización e invasión a varios países de Asia en las primeras décadas del siglo pasado, al cumplirse el 60 aniversario de la rendición del imperio nipón, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
Koizumi evitó visitar un santuario que rinde homenaje a los japoneses muertos en las guerras. Pero varios millares acudieron al santuario de Yasukuni, entre ellos dos ministros. Según los críticos, el santuario glorifica la agresión militar japonesa.
El emperador Akihito, hijo del emperador Hirohito, que se rindió a los aliados, se reunió con otros funcionarios japoneses en una sala de conferencias para observar un minuto de silencio que marcó el fin de un conflicto que destruyó buena parte de Asia, dejó a Japón en ruinas, y condujo al lanzamiento de la bomba atómica por parte de Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki.
Sin embargo, los líderes japoneses estaban muy al tanto de que persiste en Asia la amargura por la guerra. Muchos gobiernos de la región acusan a Tokio de no haber aceptado la responsabilidad total por sus invasiones en Asia, y por la colonización de la península coreana. Koizumi expresó sus ?sinceras disculpas? por los daños que causó Japón durante sus agresiones militares.
Sin embargo, el comunicado recordó la disculpa formulada en 1995 por el entonces primer ministro Tomiichi Murayama, al cumplirse el 50 aniversario del fin de la guerra. Críticos de Asia dijeron en esa ocasión que las disculpas eran insuficientes.
La disculpa de Koizumi se registró en medio de intensas conjeturas sobre si visitaría el santuario de Yasukuni. Entre los muertos a los que se rinde homenaje en ese santuario figuran criminales de guerra ejecutados. China y Corea del Sur han criticado a Koizumi por cuatro previas visitas.
