HOUSTON, TEXAS.- El baloncesto universitario vivió el pasado fin de semana dos de las jornadas más espectaculares y emocionantes que se recuerdan en la historia de las finales regionales del torneo nacional de la Asociación Nacional Atlética Colegial (NCAA, por sus siglas en inglés) para definir a los cuatro equipos que disputarán la tradicional Final Four.
Tres de los cuatro partidos disputados, dos el sábado y dos el domingo, tuvieron que decidirse en la prórroga, incluido uno que fue doble, para dejar a los Cardinals de Louisville, Illini de Illinois, Spartans de Michigan State y Tar Heels de Carolina del Norte, a los equipos que viajarán a San Luis (Missouri) para decidir a partir de hoy el título nacional.
La gran sorpresa entre los cuatro finalistas son los Spartans, que siendo cabezas de serie número cinco en la Regional de Austin, Texas, eliminaron en las semifinales a los grandes favoritos a estar en la Final Four, los Blue Devils de Duke, a los que ganaron por 78-63, y en la final, después de un partido dramático de dos prórrogas, derrotaron 94-88 a los Wildcats de Kentucky.
Ahora, los Spartans, el equipo donde también se formó el legendario Magic Johnson, bajo la dirección del entrenador Tom Izzo, después de quitar del camino a los cabezas de serie número uno y dos, disputarán la cuarta Final Four en las últimas siete temporadas y buscarán el tercer cetro de su historia después de haberlo ganado en 1979 y 2000.
La última vez que Izzo llevó a los Spartans a la Final Four fue en 2001, la tercera consecutiva desde 1999, y esta vez no lo hace como gran favorito, pero sí desea seguir siendo el equipo revelación que puede completar las dos últimas grandes sorpresas del torneo si primero vence a los Tar Heels, que fueron los únicos que no necesitaron ir a la prórroga para ganar por 88-82 a Wisconsin.
Los Tar Heels bajo la dirección del entrenador Roy Williams, discípulo preferido del legendario Dean Smith, cumplieron con los pronósticos y como cabezas de serie buscarán su primer título nacional desde 1993.
“Lo único que puedo decir es que los cuatro partidos que se han disputado en las finales regionales han sido los mejores que he visto en mi era de entrenador”, declaró Izzo. “Louisville e Illinois hicieron dos grandes remontadas, pero el partido que protagonizamos con los Wildcats fue grandioso”.
Izzo se refería a las grandes hazañas que consiguieron el pasado sábado, primero los Cardinals, que bajo la dirección del legendario entrenador Rick Pitino, superaron una desventaja de 20 puntos para al final en la prórroga vencer 93-83 a los Mountaineers.
Pitino con el equipo que tiene más futuro dentro del baloncesto universitario, en el que están dos grandes valores latinoamericanos, como son el alero dominicano Francisco García y el primer año colombiano Juan Diego Palacios, ha vuelto a hacer historia.
El ex entrenador de los Knicks de Nueva York y de los Celtics de Boston, abandonó la competición de la NBA frustrado por la falta de entrega de los profesionales más preocupados por los millones de dólares que por el juego, se ha convertido en el único que ha conseguido llevar a la Final Four a tres equipos diferentes con el de Providence, Kentucky y Louisville.
“No me preocupan los éxitos personales sólo lo que consigue el equipo y los jugadores que confían en mis enseñanzas y lo dan todo en el campo”, declaró Pitino. “Más satisfacción siento cuando nos pusieron sólo como cuartos cabezas de serie y ahora estamos en la Final Four”.
Pitino tiene ante sí la gran oportunidad de conseguir el primer título nacional para los Cardinals desde 1986, cuando bajo la dirección del legendario Dunny Crum vencieron en la gran final a los Blue Devils por 72-69.
El primer obstáculo a superar serán los Illini, el equipo número uno durante toda la temporada regular universitaria con sólo una derrota en 37 partidos disputados.
Illinois, que también protagonizó una gran remontada en la Regional de Chicago al superar una desventaja de 15 puntos en cuatro minutos del tiempo reglamentario, ganó en la prórroga por 79-78 a los Wildcats de Arizona.
“Creo que los dos equipos hemos hecho méritos suficientes para conseguir estar en la Final Four y luchar por el título”, comentó Bruce Weber, el entrenador del equipo de Illinois, que llega a su primera Final Four en su carrera.
Weber, que ha realizado al frente de los Illini la mejor temporada regular dentro del baloncesto universitario desde que brillaron los Blue Devils en la de 1992, está convencido ahora que lo único que cuenta es ganar los dos partidos que les faltan para ver cumplido el sueño y el trabajo de muchos años.
“Somos conscientes de que sólo hemos perdido un solo partido en toda la temporada, pero también los Cardinals tienen marca de 33-4, con 13 triunfos consecutivos y 21 de los últimos 22 partidos que han disputado”, recordó Webber. “Tampoco nadie va a descubrir la clase de Pitino, que junto a Mike Krzyzewski son dos entrenadores excepcionales”.
Pero tanto para Webber como para Pitino, Izzo y Williams, su gran problema cuando lleguen a San Luis será no sólo el encontrar la manera de que sus respectivas escuadras puedan ganar sino que además el espectáculo deportivo que ofrezcan alcance cuando menos el nivel de clase que ya tuvo en las finales regionales.
Algo nada fácil de conseguir después de lo vivido en un fin de semana de auténtica e histórica “locura de marzo”.
