Once detenidos escaparon ayer del principal centro de detención del Ejército de Estados Unidos en Irak, en tanto doce iraquíes murieron en ataques insurgentes, entre ellos un atentado contra un restaurante frecuentado por policías, y otro cerca de una caravana militar estadounidense en los suburbios de la capital.
En Camp Bucca, el principal centro de detención de Estados Unidos en Irak, donde hay unos seis mil presos, 11 de los prisioneros huyeron en la madrugada, pero diez fueron luego capturados, dijo el Ejército estadounidense y la Policía iraquí.
La fuga ocurrió dos días después de una trifulca entre presos que dejó un detenido muerto y varias docenas heridos. Uno de los prófugos que fue recapturado dijo que la trifulca fue entre soldados estadounidenses y presos.
Sin embargo, trascendió que poco después fue capturada la mayoría de los presos, quienes argumentaron que pretendían huir por los maltratos y el retraso de las investigaciones en sus casos.
Por otra parte, la Policía arrestó a Dia’a al Jewari, un clérigo miembro de la influyente Asociación de Estudios Musulmanes Sunies, en una mezquita al este de Bagdad. Al Jewari es acusado de tener vínculos con los insurgentes, informó el agente de la Policía iraquí Hamza Lazim.