EL PAÍS
BAGDAD, IRAK.- Con el “Sí” garantizado en el sur shii y el norte kurdo de Irak, todas las miradas estuvieron ayer pendientes del resultado del referéndum constitucional en dos provincias clave por su mezcla de población, Diyala y Nínive. El “No” de los suníes Al Anbar y Saladino se daba por descontado, pero hacía falta que dos tercios de los votantes en al menos tres provincias rechazaran el documento para bloquear su adopción.
El anuncio, realizado por sendos funcionarios locales, de un aplastante triunfo del “Sí” en ambas garantiza la aprobación del texto. El resultado definitivo, que no se conocerá hasta mediados de esta semana, no servirá tampoco para solucionar la grave brecha sectaria.
En Diyala, una provincia cuya población árabe suní se calcula en un 40 por ciento, el 70 por ciento de los 400 mil votantes se inclinó por el “Sí”, según informó Adil Abdel Latif, responsable local de la Comisión Electoral (CE), citado por las agencias de noticias. Un 20 por ciento votó en contra y un diez por ciento de los votos fueron declarados nulos. La noche anterior, en su capital, Baquba, tres soldados iraquíes resultaron muertos y dos civiles heridos en dos ataques contra vehículos que transportaban papeletas desde localidades vecinas.
Los datos de Nínive, una provincia mucho más extensa, tardaron más en llegar, pero a última hora de la tarde ya parecía claro el triunfo del “Sí”. El 75 por ciento de los 419 mil votos escrutados se inclinaban por el “Sí”. Aunque faltaban por contar 224 mil, nadie esperaba que el resultado cambiara de signo.
“La Constitución no va a acabar con el actual estado de caos, ni poner fin a la ocupación o frenar las operaciones terroristas”, advertía el domingo el comentarista jordano Mohamed Najj al Amayreh desde su columna de Al Dustur.