En lo que va del presente año, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha detenido a 236 indocumentados, cantidad que, en comparación con mismo periodo del año pasado, implica un incremento del 20 por ciento, informa Miguel Ángel Hernández Guerrero. Añade que ahora el tráfico de personas tiene una nueva modalidad, ya que los ?polleros? los trasladan en vehículos particulares.
Declara que hasta el momento sólo han capturado a dos ?polleros?, mismos que llevaban a los indocumentados en carros de su propiedad. ?Lo que nos está dificultando en términos prácticos es que se empieza a dar también el desplazamiento hormiga en automóviles particulares, eso hace más complicado el trabajo?, comenta.
El Delegado de la dependencia federal explica que el 61 por ciento de los emigrantes son oriundos de Guatemala, el 25 por ciento de El Salvador y el 12 por ciento de Honduras. Ayer aseguraron nueve indocumentados que arrojan un total de 22 en el presente mes.
Manifiesta que hace algunos días detuvieron a un hondureño perteneciente a la Mara Salvatrucha, quien al parecer huía de la banda, puesto que borró algunos de sus tatuajes que los caracterizan.
Expresa que en abril del 2004 captaron a 122 personas provenientes de otros países y sin el permiso correspondiente para estar en tierra mexicana, lo que lo convirtió en el segundo mes con mayor movimiento. Por lo tanto, esperan que en este 2005 las cifras sean similares.
?En el primer trimestre, sin considerar abril, el incremento es del 48.61 por ciento en este año respecto al año pasado. En el 2004 al mes de marzo eran 144 y ahora fueron 214?, agrega.
El entrevistado abunda que el 91 por ciento de las detenciones las realiza el personal del INM, el ocho por ciento la Policía Federal Preventiva y el resto, los cuerpos de seguridad municipales.
?Nosotros recurrimos a los puntos carreteros de Cuencamé, en la autopista y en Bermejillo. Realizamos operativos en esas zonas y hacemos revisiones, principalmente a los camiones de transporte público federal. Los destinos que llevan esos autobuses son Tijuana o Ciudad Juárez?, revela.
Los menores de edad y las mujeres representan un 15 por ciento del total de los indocumentados, según revela el servidor público.
Al igual que en otras partes del país, en Durango el mayor riesgo para los emigrantes es desplazarse de manera clandestina en el tren, ya que producto de accidentes varias personas han quedado mutiladas.
?En cuestión de clima, Durango es una zona muy templada; el problema será cuando lleguen a la zona de la Laguna, pero sólo es de paso. En ese sentido no hay mucho riesgo. Pero el peligro es el tren. Algunos toman el que pasa en Gómez Palacio y en Lerdo?, añade.
Hernández Guerrero enuncia que han realizado operativos en esa zona en coordinación con las autoridades de los ayuntamientos en mención con el objetivo de reducir al máximo las eventualidades que perjudican la vida de aquéllos que van en busca del ?sueño americano?.
ACEPTACIÓN
Falta mucho por hacer
Miguel Ángel Hernández Guerrero, delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), reconoce que el programa ?Paisano? es perfectible y que son las carreteras donde los duranguenses radicados en el vecino país del Norte son víctimas de la extorsión, en especial por parte de la Policía Federal Preventiva, pero también de cuerpos de seguridad estatales y municipales.
Asevera que en el pasado periodo vacacional de Semana Santa no recibieron de manera formal queja alguna por parte de los paisanos. Se le da seguimiento a las denuncias interpuestas por Raúl Posadas Ávila, representante de la Federación de Clubes y Organizaciones duranguenses, así como de otro connacional, producto de su visita a la entidad en diciembre de 2004.
Estiman que un 88 por ciento de los paisanos arriban al estado en vehículo propio, de allí que sean presas de abusos. Por eso, argumenta, planean que en las próximas vacaciones conformen comités municipales del programa en Santiago Papasquiaro, Guadalupe Victoria, Gómez Palacio y Canatlán.
Asegura que en reiterados casos los paisanos no proporcionan la información suficiente para dar seguimiento a la queja, o bien, no la ratifican.
