EFE
Dallas, Texas.- México concluyó ayer el pago de su histórica deuda de agua con Estados Unidos, con lo que pone punto final a un capítulo que había ensombrecido aspectos de la relación bilateral durante al menos un lustro.
“México ha cumplido su compromiso de eliminar su déficit de liberaciones al Río Bravo para Estados Unidos”, anunció la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), organismo binacional que regula el agua de superficie entre ambos países.
El gobernador de Texas, Rick Perry, cuya entidad resultó afectada durante varios ciclos agrícolas por la falta de liberaciones de agua procedentes de México, celebró el anuncio al calificar el hecho como “una tremenda victoria para ambas naciones”.
“Hoy compartimos una victoria y también compartimos un brillante futuro con todos nuestros amigos y vecinos de México”, dijo Perry al elogiar “el liderazgo” del presidente George W. Bush y del presidente mexicano Vicente Fox en este asunto. La CILA precisó que México cumplió cabalmente con el acuerdo contraído con Estados Unidos en marzo pasado en el que se estipulaba el pago total de la deuda de agua para el 30 de septiembre de 2005.
De acuerdo con el organismo binacional, el país liquidó a lo largo del último año unos 716 mil 668 millones de acres pies, poco menos de la mitad del total que llegó a adeudar en 2001, cuando la deuda alcanzó su máximo al deberse 1.5 millones de acres pie.
Un acre pie de agua equivale a un millón 362 mil litros, la cantidad necesaria para cubrir 0.4 hectáreas de tierra con un pie (33 centímetros) de profundidad de agua.
Bajo el Tratado de Utilización de Aguas de los Ríos Tijuana, Colorado y Bravo, firmado en 1944, México está obligado a aportar cada año 350 mil acres pies de agua al Río Bravo.
Mientras que Estados Unidos está comprometido a ceder 1.5 millones de acres pies del agua del río Colorado.
El tratado se aplica en ciclos de cinco años y establece que si al término de un ciclo algún país adeuda agua al otro, el compromiso debe liquidarse en el siguiente ciclo.