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MÉXICO, DF.- Con el argumento de no entorpecer las investigaciones que la PGR realiza por los linchamientos en Tláhuac, la jefa delegacional en esa de marcación, Fátima Mena, se negó a responder los cuestionamientos que los diputados locales le hicieron sobre esos hechos.
La jefa delegación en Tláhuac, Fátima Mena, compareció ayer ante la comisión especial en el salón Luis Donaldo Colosio de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) pero la funcionaria no respondió a ninguna de las preguntas relacionadas con lo que ocurrió durante la tarde del 27 de noviembre.
El primero en cuestionar a la jefa delegacional fue el panista Jorge Lara, quien le pidió desglosar minuto por minuto todo lo que ella presenció desde su llegada al pueblo de San Juan Ixtayopan.
Fátima Mena argumentó que el interrogatorio del diputado fue el mismo que le hizo la PGR, “ellos ya tienen la respuesta, yo no puedo contestar a ninguno de sus cuestionamientos”, contestó de inmediato.
Simplemente se limitó a informar que después del linchamiento no ha tenido comunicación con el jefe de Gobierno, aunque sí con el secretario de Gobierno y el jefe de la Policía, Joel Ortega.
Posteriormente diputados del PRD continuaron la ronda de preguntas, pero para todos la respuesta fue la misma, incluso la jefa delegacional conminó a los diputados a pedir la información a la PGR.
Cuando los diputados la cuestionaron sobre un oficio que enviaron pobladores de San Juan Ixtayopan, la delegada comentó que ese documento también se canalizó a otros funcionarios del Gobierno y que ella desconocía el seguimiento exacto que se le dio, simplemente dijo que sí se atendió la petición.
Molestos, los diputados insistieron en sus preguntas, incluso el panista Jorge Lara acusó a la funcionaria de ignorancia por desconocer que la ALDF cuenta con atribuciones para iniciar una investigación.
Al término de la comparecencia que duró más de dos horas, Fátima Mena ofreció una conferencia de prensa en la que tampoco respondió a los cuestionamientos de los reporteros pero sí los invitó a no politizar el asunto. Durante y después de la comparecencia, varios de sus asesores pasaban tarjetas o se reían cuando la funcionaria era interrogada. Ella se mantuvo seria y en ocasiones hacía muecas de molestia.