El director del proyecto desconoce el resultado del impacto del proyectil, que será lanzado por la sonda espacial 'Deep Impact' y que mide un metro de largo por otro de diámetro, contra el Tempel 1.
Washington, (EFE).- La sonda espacial "Deep Impact" comenzó la corrección de trayectoria para "cazar" al cometa Tempel 1 con un proyectil de 372 kilos, en un experimento sin precedentes, dijeron los científicos de la NASA.
"En realidad, no sabemos qué ocurrirá en el impacto", reconoció el director del proyecto, Richard Grammier, durante una conferencia de prensa desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), en Pasadena (California).
"No sabemos si el proyectil rebotará, abrirá un cráter del tamaño de una cancha de futbol o atravesará el cometa", añadió Grammier sobre el impacto, que tendrá lugar a primeras horas del lunes.
"Estamos totalmente ansiosos", dijo en la misma conferencia de prensa Jennifer Rocca, quien explicó la preparación de antenas en España, Australia y EU que recibirán las imágenes transmitidas desde la separación de la sonda y el proyectil hasta después de la colisión.
La sonda fue lanzada desde Cabo Cañaveral el pasado 12 de enero, y el día 4 de julio, cuando el cometa se encuentre a unos 136 millones de kilómetros de la Tierra, los científicos dispararán el proyectil, al que llaman "impactador".
Los científicos de JPL y de la Universidad de Maryland, que operan este proyecto, esperan que el impacto provea información valiosa sobre el núcleo que podría contener materiales prístinos desde la "gran explosión" que los astrónomos creen que ocurrió en el comienzo del Universo.
"Los cometas siempre han fascinado a la humanidad, y durante miles de años se les ha considerado como señales de bendiciones o catástrofes", dijo Grammier. "Esta es la primera oportunidad que tendremos de saber de qué están hechos los cometas".
Los científicos esperan obtener esa información con la "bala" de cobre disparada desde unos 805,000 kilómetros de distancia sobre el cometa de menos de 6,5 kilómetros de diámetro que se traslada a más de 37,000 kilómetros por hora.
El proyectil mide un metro de largo por otro de diámetro, y está reforzado con cobre para lograr un impacto más potente, con un peso total de 372 kilos, mientras que el Tempel 1, un cometa irregular descubierto en 1867, mide 1 kilómetro de largo y 4,6 de ancho.
Dado que el impacto ocurrirá tan lejos de la Tierra, es crucial que el proyectil, que avanzará a 7 kilómetros por hora, pueda guiarse por sí mismo hacia Tempel 1, y para ello cuenta con un programa especial de navegación diseñado por JPL.
Si todo funciona como lo han programado los científicos, el proyectil se separará de la sonda "Deep Impact" a las 05:07 GMT del domingo, y unas cuatro horas más tarde empezará a transmitir imágenes del cometa mientras hacia él se precipita.
El impacto ocurrirá aproximadamente a las 05:52 GMT del lunes 4 de julio.
La enorme fuerza del impacto hará que el cometa aumente su brillo de 15 a 20 veces, por lo que el resplandor que cause la colisión podrá ser observado por los aficionados a la astronomía, al menos en América del Norte.
Tras el impacto, la sonda tiene sólo unos 13 minutos -mientras pasa junto a las proximidades del cometa- para recoger datos e imágenes que permitirán el estudio de los materiales situados debajo del hielo que recubre a los cometas. Los científicos quieren averiguar si el hielo es de agua o de otro origen.
Debido al estrecho margen de tiempo, la NASA ha alistado a más de 30 observatorios astronómicos de todo el mundo, incluidos los telescopios espaciales Hubble, Chandra y Spitzer, para captar imágenes del choque y recabar datos adicionales.