Mulhouse, Francia.- El Tour de Francia tuvo una pausa ayer y cumplió una jornada de descanso para los 175 ciclistas antes de que la famosa carrera llegue a los Alpes. Después de nueve días de carrera, el estadounidense Lance Armstrong y su equipo Discovery Channel han mostrado signos de debilidad y el seis veces campeón del Tour se vio forzado a ceder el jersey amarillo de líder al alemán Jens Voigt.
Las primeras grandes subidas del Tour están previstas para la décima etapa que se correrá hoy entre Grenoble y Courchevel e incluso aunque se espera que Voigt, que no es un escalador, pierda el liderato, se abre un signo de interrogación sobre la fortaleza de las tropas de Armstrong en el Discovery Channel.
Las seis victorias del texano se debieron a la perfecta asistencia de sus sucesivos equipos y el estadounidense no puede permitirse encontrarse aislado en la montaña frente a corredores como los de T-Mobile Jan Ullrich, Alexander Vinokourov y Andreas Kloeden.
Si T-Mobile, Ivan Basso, del CSC, y otros equipos con buenos escaladores como los españoles Illes Balears, Euskaltel y Liberty Seguros unieran sus fuerzas para atacar a Armstrong en los Alpes, su intento para conseguir una séptima victoria sin precedentes en el Tour podría verse seriamente comprometido.
El Discovery Channel mostró todo su poderío cuando ganó el martes pasado la contrarreloj por equipos, pero puede que haya subestimado la dificultad de las etapas del fin de semana y por una vez no pareció invencible.
Armstrong se preguntaba a sí mismo si las subidas de Vosges, largas y regulares pero no demasiado pronunciadas, se ajustarían a su equipo.
El día de descanso llegó en el momento perfecto para examinar qué fue mal, incluso aunque estas pausas pueden ser difíciles para los equipos.
?Nunca sabes lo que un día de descanso le hace a un corredor. Algunos lo necesitan mientras que otros precisan seguir el ritmo y sufren terriblemente después de un día de pausa?, dijo el director del equipo Ag2R, Vincent Lavenu.