Estalla coche bomba en un centro de reclutamiento del Ejército de Bagdad
AP
BAGDAD, IRAK.- Un automóvil cargado de explosivos que estalló ayer ante un centro de reclutamiento del Ejército de Irak, así como otros ataques de los insurgentes, mató a una docena de iraquíes e hirió a más de 50, dijo la Policía.
Un atacante suicida hizo estallar su automóvil en la sección de Azamiaya de Bagdad, a unos 18 metros al frente de la puerta principal del centro, dijo el coronel de Policía Hussein Mutlaq. En el atentado murieron por lo menos seis iraquíes, entre ellos dos soldados, y fueron heridos 44, indicó Mutlaq.
Una de las principales metas de la Coalición encabezada por Estados Unidos en Irak ha sido entrenar a las fuerzas de seguridad nacionales para que sustituyan a los soldados de la Coalición que realizan su labor. Los rebeldes suelen atacar los centros de reclutamiento e instrucción de esas instituciones, como parte de su campaña de resistencia.
En otro episodio de violencia contra las fuerzas de seguridad, insurgentes dispararon contra soldados iraquíes en la población de Kalidiya, a 120 kilómetros al oeste de Bagdad, matando a cuatro soldados e hiriendo a siete, dijeron policías y funcionarios de un hospital.
En Bagdad, hombres enmascarados armados con ametralladoras y a bordo de dos automóviles dieron muerte al profesor Fuad Ibrajim Mojamed Al Bayati, mientras salía de su casa con destino a su trabajo en la Universidad de Bagdad.
En las últimas horas del lunes, desconocidos emboscaron a un asesor del Ministerio de Defensa, el teniente general Adnan al Qaraghulli, matándolo a él y a su hijo cuando retornaba a su hogar en Bagdad, dijo el Ministerio del Interior.
Por otra parte, una bomba explotó a 48 kilómetros al sur de la capital y causó la muerte de un hombre, dijo la Policía.
En Baquba, a 60 kilómetros al noreste de Bagdad, una bomba colocada en un camino estalló poco después del paso de un convoy norteamericano y causó heridas a tres civiles, dijo la Policía.
En el resto del país, las fuerzas de seguridad iraquíes empezaron a reducir los alcances de su operación en Madain, poblado al sur de Bagdad, dentro del llamado ?Triángulo de la Muerte?, donde supuestamente un grupo de militantes sunitas había secuestrado a unos cien rehenes shiitas. La versión resultó ser falsa.
Los informes causaron gran preocupación, especialmente a la nueva Asamblea Nacional, pues hubo temores de que tal crisis generara enfrentamientos entre sunitas y shiitas.
Padre de joven muerto pide no emigrar a EU
El padre de un infante de marina estadounidense nacido en México y muerto en Irak regresó ayer a este país, en busca de convencer a los jóvenes mexicanos para que no emigren a Estados Unidos ni permitan ser reclutados en las fuerzas armadas del vecino del norte.
Hay muchos temores aquí de que los jóvenes mexicanos consideren que su reclutamiento represente un recurso para agilizar la adquisición de la ciudadanía de Estados Unidos, aunque las fuerzas militares de ese país no buscan reclutas en México.
Una infracción menor a esa regla de reclutamiento ocurrió en 2003, cuando un miembro del Ejército estadounidense viajó a la ciudad fronteriza de Tijuana, en busca de dos jóvenes, con quienes había tenido contacto inicialmente en Estados Unidos.
?La gente debe quedarse aquí, en vez de buscar el mal llamado 'sueño americano' (estadounidense)?, dijo Fernando Suárez del Solar, de San Diego, California, quien ha recorrido Estados nidos y ha visitado Irak durante su campaña antibélica.
Su hijo, Jesús Suárez del Solar, murió por la explosión de una bomba de racimo, en 2003. El joven de 20 años se unió a las filas de los militares dos años atrás, después que los reclutadores le dijeron que ello lo ayudaría a trabajar como policía civil, recordó su padre.
?Quiero hablar con los jóvenes... y decirles que deben quedarse aquí y trabajar por México?, dijo Suárez del Solar, quien advirtió sobre el riesgo de que los inmigrantes sean perseguidos por vigilantes armados o reclutados por el Ejército.
Suárez del Solar destacó que las fuerzas armadas estadounidenses no tienen suficientes reclutas, por lo que existe el riesgo de que recurran cada vez más a la comunidad mexicana y latinoamericana en la frontera.