Miami (EU), (EFE).- Una niña estadounidense de ocho años, que fue violada y enterrada en un basurero, fue encontrada viva y se recupera en un hospital de West Palm Beach, en el sureste de Florida.
De acuerdo a portavoces del hospital Santa María, la menor se encuentra en condiciones satisfactorias y podría ser dada de alta en los próximos días.
El adolescente de 17 años Milagro Cunnigham, que ha sido arrestado y acusado por haber asaltado sexualmente a la niña y luego haberla enterrado, debe comparecer ante un juez local.
El caso, que fue calificado como "un milagro" por el jefe de la policía local, William Smith, comenzó el pasado domingo.
Al amanecer, y después de recibir una denuncia del propio Cunnigham, las autoridades policiales emitieron "alerta ámbar (la más alta en el caso de desapariciones de menores)" y advirtieron que la niña podría estar en peligro, ya que aparentemente había sido secuestrada por dos hombres.
Un centenar de policías, numerosos vecinos y un helicóptero participaron en la búsqueda de la menor.
Pocas horas después, a las 10.25 horas locales (14.25 GMT), la niña fue encontrada viva en el interior de un contenedor para basuras reciclables oculto bajo piedras y escombros, a unos 400 metros de la casa de su madrina, Lisa Taylor, donde estaba de visita al igual que su presunto agresor, aunque se ignora la relación entre ambos.
El sargento Mike Hall buscaba a la niña en el basurero y se llevó una enorme sorpresa cuando abrió el contenedor -un recipiente amarillo de reciclaje cerrado con tapa-, y vio "un montón de piedras, un pie y una mano", según dijo a los periodistas.
Hall alertó a otros policías mientras que veía como un dedo de la niña se movía y entre todos los agentes comenzaron a retirar las piedras y escombros que la cubrían para rescatar a la menor.
La niña fue trasladada al hospital Santa María de inmediato donde rápidamente recuperó la consciencia y pudo identificar a Cunnigham como su agresor y hablar con su madrina.
"Estaba esperando. Sabía que vendrías", dijo la niña a su madrina.
La madre de la niña, cuyos nombres no se han dado a conocer para proteger la identidad de la menor, manifestó a los periodistas sobre Cunnigham que "si pudiera ponerle las manos alrededor del cuello estaría muerto... Abandonó a mi hija para que muriera".
