La revista "Newsweek" se retractó de un artículo sobre una supuesta profanación del Corán, lo cual desencadenó actos violentos en Afganistán y otros países musulmanes.
Nueva York, (EFE).- La decisión de "Newsweek" de retractarse de un artículo sobre una supuesta profanación del Corán no ha puesto fin a la polémica generada en EU, donde se analiza cómo pudo producirse el error y los métodos periodísticos actuales.
Comentaristas estadounidenses señalan que la mayoría de periodistas y editores creen que el anonimato de las fuentes es indispensable para sacar a la luz informaciones que, de otra forma, nunca serían conocidas por el público.
Pero errores y falsedades recientes en medios de comunicación de Estados Unidos han hecho que se cuestione cada vez más este recurso, así como la credibilidad en general de los medios.
La polémica viene ahora alimentada por un artículo publicado hace dos semanas por "Newsweek" sobre supuestos abusos en la base estadounidense en Guantánamo, donde están prisioneros presuntos terroristas musulmanes.
El artículo, que firmaban Michael Isikoff y John Barry, afirmaba que agentes de Estados Unidos, en un intento por sacar información a los prisioneros, tiraron un ejemplar del Corán por el inodoro, un acto que para los musulmanes constituye una profanación.
La información habría desencadenado actos de protestas violentos en Afganistán y otros países musulmanes, en los que murieron al menos 16 personas.
Los comentarios críticos del Gobierno estadounidense, las quejas de líderes musulmanes y las denuncias de la propia prensa fueron factores que empujaron a "Newsweek" a verificar las informaciones y finalmente ayer, lunes, a una retractación.
Pero la decisión no ha contribuido a calmar los ánimos de comentaristas, que hoy todavía se preguntan si la prensa puede fiarse de fuentes anónimas y la importancia de los matices en informaciones delicadas.
"Newsweek" ha intentado justificar la publicación del artículo, diciendo que la información procedía de una "fuente del gobierno bien informada" y que, "antes de decidir si la publicaban, contactaron con dos funcionarios del Departamento de Defensa".
Uno rehusó comentar la información y el otro cuestionó otro aspecto de la nota, pero no la acusación sobre la profanación del Corán.
El diario "The New York Times" dedica hoy un amplio espacio a la personalidad y profesionalidad de Isikoff, quien está considerado uno de lo mejores periodistas de investigación y es conocido por sacar a la luz la relación de Bill Clinton, cuando era presidente de Estados Unidos, con la entonces becaria Monica Lewinsky.
En declaraciones al diario, Isikoff dijo que, siempre que pasa algo como lo que le ha ocurrido a él, uno debe revisar los pasos que se dieron y como se manejó la información.
"Ni 'Newsweek' ni el Pentágono previeron que una referencia a la profanación del Corán fuera a crear el tipo de respuesta que tuvo", dijo el periodista, quien reconoció que en la revista no se dieron cuenta de "las posibles ramificaciones".
El director del semanario, Mark Whitaker, explicó al diario neoyorquino que, en este caso, "todo el mundo se comportó profesionalmente y siguiendo estrictamente las normas".
Whitaker indicó que no tomarán acción disciplinaria alguna contra los autores del artículo porque hicieron lo que debían y en ningún caso hubo un comportamiento contrario a la ética, invenciones, trabajo descuidado ni intentos de no reconocer la gravedad del problema.
El diario "The Wall Street Journal" señala hoy que quienes critican el uso de fuentes anónimas dicen que se abusa de ello para ocultar la pereza de un periodista, su opinión o incluso sus invenciones.
En un editorial, el rotativo atribuye el error de la información a la desconfianza de los medios de comunicación en los militares como consecuencia de lo que llama "el síndrome de Vietnam" y que se ha reflejado, en su opinión, en las informaciones sobre la guerra en Irak y los abusos contra prisioneros iraquíes.
Varios medios comparan el caso de "Newsweek" con las controvertidas informaciones que ofreció CBS News sobre el servicio militar del presidente de EEUU, George W. Bush, cuya autenticidad no pudo comprobar y que condujo a la retirada de su presentador estrella Dan Rather.