París, (EFE).- Un hombre de 72 años que había envenenado a decenas de gatos y perros en el departamento de Correze (centro) donde vivía, se suicidó la pasada noche en la celda de la cárcel de Tulle donde había ingresado por su presunta implicación en la muerte de un antiguo gendarme que había investigado su caso.
El abogado de Roland Bondonny confirmó hoy que su cliente, que había sido condenado en octubre de 2003 a un año de prisión por los envenenamientos de animales y que hoy iba a ser juzgado en Limoges en apelación, se colgó en la cárcel.
La condena en primera instancia contra este negociante de vino y antiguo concejal de Egletons, en la que la Justicia consideraba demostrado que había matado a unos 140 gatos y perros a los que había envenenado con unas bolas hechas de una mezcla de carne y de un insecticida muy potente, incluía también una indemnización de 111 mil euros para los propietarios de los animales.
La Fiscalía reconoció que el proceso quedaba cerrado con la muerte del acusado, mientras que el defensor de Bondonny subrayó que su defendido confiaba en ser declarado inocente y lamentó que este desenlace dejará mucha insatisfacción.
"Estaba dispuesto a luchar (...) para defender su inocencia", señaló el letrado, que precisó que el suicida estaba enfermo y que estaba siendo sometido a sesiones de quimioterapia.
El que no quedará archivado es el sumario por la muerte del ex gendarme Marius Lac, por el que Bondonny estaba también inculpado por complicidad de asesinato, ya que se sospechaba que había encargado a un empleado suyo, Alain Bodchon, que lo matara.
Bodchon, de 52 años, está acusado de asesinato y detenido en Guéret.
