NUEVA YORK, NY.- George Steinbrenner se está impacientando, lo que es una señal de que soplan vientos de cambio para los Yanquis. Fue necesario un dramático racimo en el noveno inning el domingo en la noche para que los Yanquis de Nueva York evitasen ser barridos por los Mets en el Yankee Stadium, y los Yanquis comenzaron ayer una serie en Baltimore 6½ juegos debajo del líder Boston.
Los ejecutivos del equipo van a iniciar hoy en Tampa reuniones con Steinbrenner, que pudieran ser un preludio de cambios dirigidos a mejorar el pitcheo y la defensa.
"Mi paciencia se está agotando por el hecho de que el equipo no se está comportando a la altura de sus grandes capacidades", Steinbrenner dijo en una declaración emitida por su portavoz Howard Rubenstein. "Los jugadores quieren ganar tanto como lo deseo yo".
Rubenstein dijo que el dueño de los Yanquis le dictó la declaración mientras hacía ejercicios.
"Él no ha perdido su espíritu combativo", dijo Rubenstein. "Él dijo: ?Nunca nos vamos a rendir?. Él desea que se entienda ese mensaje".
El manager Joe Torre recibió el mensaje, y respondió ayer en la tarde desde Baltimore.
"Ha sido como una montaña rusa. El equipo está frustrado. Yo estoy frustrado", dijo Torre. "A mí me preocuparía si él estuviese feliz en estos momentos. Los jugadores ciertamente no son felices. Queremos ganar".
"En lo que respecta al jefe, él puede decir lo que quiera. Nosotros simplemente tenemos que jugar mejor beisbol".
Los Yanquis, que terminaron los entrenamientos de primavera esperando dominar a la oposición, han sido un equipo balbuceante que arranca, se traba y retrocede en ciclos repetidos. Nueva York comenzó la campaña 11-19, seguidamente ganó 16 de 18, perdió 11 de 14, abrió una estadía en casa con seis triunfos en fila y entonces perdió cinco de seis ante Tampa Bay y los Mets antes del partido del domingo.