Cantoni, era la responsable del programa de Asistencia Humanitaria para las Viudas en Afganistán de CARE y trabajaba en el país árabe desde hace tres años.
Roma, (EFE).- La italiana Clementina Cantoni, de 32 años y empleada de la organización humanitaria CARE International, fue secuestrada hoy en pleno centro de Kabul por un grupo de hombres armados, que bloquearon el vehículo en el que viajaba.
Junto con Cantoni se encontraban una ciudadana canadiense y el conductor del coche, de nacionalidad afgana, que lograron huir.
Cantoni, natural de Milán (norte de Italia), era la responsable del programa de Asistencia Humanitaria para las Viudas en Afganistán (HAWA, siglas en inglés) de CARE y trabajaba en el país árabe desde hace tres años.
Actualmente desarrollaba un proyecto dentro del programa HAWA para asistir a las viudas de cuatro barrios de Kabul, que estaba previsto finalizara el 31 de este mes.
Su secuestro se produjo en una céntrica zona de la capital afgana hacia las 20.30 hora local (16.00 GMT), cuando la cooperante se dirigía junto con una compañera canadiense a un restaurante de la capital.
El secuestro fue denunciado por su compañera y el conductor del vehículo, que han sido interrogados por la Fuerza Internacional para la Seguridad en Afganistán (ISAF) en presencia del embajador italiano en Kabul, Ettore Sequi.
El suceso se produce poco más de una semana después de que un italiano y dos ciudadanos estadounidenses sufrieran una emboscada similar, cuando su vehículo fue interceptado en el centro de la capital afgana por otro coche en el que viajaban varios hombres armados.
En aquel caso, sin embargo, el conductor de los occidentales, al parecer empleados de un organismo multilateral, maniobró con rapidez y logró alejar el vehículo a toda velocidad antes de que el grupo armado lo asaltara, indicaron fuentes del Ministerio italiano de Exteriores.
La organización no gubernamental CARE International es la misma para la que trabajaba en Irak la británica Margaret Hassan, secuestrada y asesinada en noviembre del año pasado por radicales islámicos.
El secuestro de Cantoni es el tercero de una cooperante italiana en un país árabe en los últimos meses, después de que en septiembre del año pasado fueran capturadas en Bagdad las empleadas de la ONG "Un ponte per..." Simona Pari y Simona Torretta, liberadas tres semanas después.
Posteriormente fue secuestrada, también en la capital iraquí, la periodista italiana Giuliana Sgrena, puesta en libertad un mes después en una operación que costó la vida al agente secreto Nicola Calipari, fallecido por los disparos de una patrulla estadounidense que abrió fuego de forma accidental sobre su vehículo.
En Afganistán hay actualmente cerca de 900 militares italianos en el ámbito de la misión multinacional ISAF, que comenzó en enero de 2002.
