Con motivo de la semana mayor, tuve la oportunidad de convivir con un amigo con el que platiqué lo siguiente: Me comentó que por razones de trabajo había tenido que dejar su vehículo, para utilizar el transporte urbano. En el que sin querer, se había dado cuenta del gran número de personas que tiene la necesidad hacer uso del mismo. ?En sí, mucha gente de todos los niveles que tienen la necesidad de abordar dichas unidades. Gente discapacitada, ancianos, madres de familia a quienes en ocasiones se les ve acompañada hasta con tres o cuatro de sus hijos, estudiantes de universidades y escolares. Quienes pagan únicamente el cincuenta por ciento de pasaje, que por cierto suman un gran número. Por otra parte la gente trabajadora como nosotros, que utiliza también dicho transporte por no contar con vehículo propio, o por estar el mismo en reparación, en sí miles de personas que utilizan dicho servicio, según la ruta que los lleve a su destino. El mismo amigo, me comentó también que dentro de esta experiencia se ha dado cuenta, que no todos los choferes u operadores son como los pintan, pues existe entre ellos gente que se distingue por su buena presentación, caballerosidad y buenos modales que tienen para el usuario. Por lo que sus palabras coincidieron con este servidor, puesto que yo conozco muchas personas que se dedican a esta actividad, y realmente su trato con la gente es afable y de buenos modales. Por lo que imagino que como jefes de familia son buenos esposos y padres responsables. Desgraciadamente con esta buena experiencia no se puede generalizar a todos, ?dijimos mi amigo?. Ya que también se ha dado cuenta que existen malos elementos, los cuales carecen de cultura y presentación por lo que dan mucho que desear. Y son los que realmente echan a perder la imagen que uno se crea de ellos. Por lo que es aconsejable que estas personas hicieran lo posible por cambiar e imitar a sus buenos compañeros, los cuales se distinguen por su educación y sus buenos modales que tienen para el usuario. Mismo que los representa como buenos servidores públicos del volante.
REFLEXIONES...
¡Nunca olvides lo más importante! Cuenta la historia de una mujer pobre que llevaba un niño en brazos, la cual iba pasando frente a una caverna, cuando de pronto escuchó una voz misteriosa que provenía de adentro, que le dijo; ?Mujer, entra a la caverna y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Recuerda que después de que salgas, la puerta se cerrará para siempre, por lo tanto aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal?. La mujer entró a la caverna y encontró muchas riquezas, fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar ansiosamente todo lo que podía en su delantal. La voz misteriosa habló nuevamente; ?tienes sólo diez minutos?. Agotados los diez minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró. En ese momento recordó que el niño había quedado allá adentro y la puerta se había cerrado por siempre, la riqueza le duró poco y la desesperación siempre. Lo mismo ocurre algunas veces con nosotros, que llegamos a vivir 50, 60, 70 o quizás otros tantos años más en este mundo, y una voz siempre nos advierte: ?Y no te olvides, de lo principal? y lo principal, son los valores, la familia y los amigos. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre queda a un lado, así agotamos nuestro tiempo y dejamos a un lado lo especial. Jamás olvides que la vida pasa rápido y que la muerte llega inesperadamente, y que cuando la puerta de la vida se cierra para nosotros de nada valdrán las lamentaciones. Ahora piensa por un momento qué es lo principal de tu vida.
Amigo fiel... Una pareja que vivía en el campo y que no habían podido tener hijos, un día, para no sentirse tan solos adquirieron un cachorro y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán. El perro los entretenía, jugaban, se divertían, era muy noble e inclusive en más de una ocasión salvó a la pareja de ser sorprendida por ladrones, siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Al cabo de siete años de tener la compañía del perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado, estaba muy contenta con su nuevo hijo por lo que disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Éste se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé; ya no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años. Un día la pareja dejó solo al bebé durmiendo plácidamente en la cuna y fueron hacia el jardín a preparar una carne asada. Cual fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ver al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.
El dueño pensó lo peor, sacó un arma que llevaba y en el acto mató al perro. Corrió al cuarto del bebé y encontró una víbora destrozada al lado. El dueño comenzó a llorar y exclamó: ¡He matado a mi perro fiel!... ¡Cuántas veces no hemos juzgado injustificadamente a las personas, lo que es peor las juzgamos y condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles son sus pensamientos. Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordemos lo que le pasó al perro fiel, así aprenderemos a no levantar falsos contra una persona hasta el punto de dañar una imagen y sentimientos ante los demás. ?Reflexión?: El daño que se crea con mentiras y falsedades a otra persona. Dura mientras la verdad llega. ?Seguimos Presentes?.