Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Seguimos Presentes / ¡QUÉ MARAVILLA SER PADRE!

Jorge Romero Montañés

En verdad qué bonito se siente cuando podemos escuchar en nuestro pecho el latir del corazón de nuestros hijos. Hijos legítimos que son el fruto de un sueño concebido ?nuestro sueño? y que ahora es una realidad palpitante. La ternura de su piel viva y mirada inocente ante nuestro regocijo, es lo que realmente complementa nuestra felicidad. Ser padre es aquél que realmente extraña a sus hijos cuando éstos se ausentan de casa. Y esto se siente debido a que siempre pensamos en ellos. En mi caso, mis tres hijos, los dos primeros ya mayores de edad y la menor de 12 años, los cuales ya no dependen de pañales ni de carriolas, pues ya pasaron esta etapa; pero veo como gran cantidad de padres jóvenes pasean felices al lado de su hijos, tanto en sus carriolas o simplemente tomados de la mano. Como les cumplen sus caprichos o algunas golosinas, un globo o un juguete cómo los pasean en parques y jardines, cuya nostalgia llega a mí, debido a que me hace recordar esos años, cuando ellos dependían totalmente de uno. Según fue pasando el tiempo fuimos descubriendo asombrados cada pequeño detalle. Y más lo que significaba realmente ser padre. Cuando escuchábamos por la noche el llamado de no puedo dormir, tengo sed, me siento mal y corríamos por esas medicinas que necesitábamos para aliviar su malestar, cuando de puntillas nos acercábamos a su cama a escuchar su respiración, acompasada y feliz. Cuando por primera vez nos dijeron papá, cuando los lanzábamos al aire y reían, debido a que no sentían miedo porque les dábamos seguridad con una sonrisa, o cuando los impulsamos, por primera vez para que dieran sus primeros pasos. El recuerdo cuando nos mostraron sus primeros dibujos, todo lo contrario a un pintor, pero que en ellos resaltaba el afán por la belleza que se escondía en su corazón. Y sobre todo cuando nos abrazaban y tomaban de la mano simbolizando así la confianza de nuestra fortaleza, donde les dábamos seguridad en su andar ser padre, es aquél que se dedica a sus hijos la mayor parte del tiempo buscándolos y tratando de encontrarlos.

O cuando teníamos la preocupación de llevarlos a pasear a algún centro turístico, aunque esto a veces nos resultara cansado pero gratificante a la vez. Cuando los enseñamos a jugar, a caminar juntos por el parque, y cuando nos retaron con sus primeras preguntas y de momento no supimos qué contestarles. Llega a mi recuerdo también que no les hiciera saber, cuánto los amaba, cuando los presentamos por primera vez ante el Todo Poderoso y les enseñé a rezar. Cuando les enseñé a que fueran sinceros hasta consigo mismos, que era lo esencial, para que pudieran ganarse la confianza de otros. Cuando los vimos unos bebés y luego unos niños, nunca imaginé que hoy serían adolescentes. ¿Pero qué pasó en ese proceso? En realidad un me niego a creer esto, es duro que esto esté pasando, dado que me estoy dando cuenta cómo poco a poco se han ido desprendiendo de nuestra vida, para ir en busca de sí mismos. Es entonces cuando realmente comprendemos lo que es ser padre, porque pronto oiremos el reclamo inesperado y su deseo de independencia. Han dejado de acompañarnos porque sus amigos los esperan, vemos que en esos momentos son cuando nuestro corazón se estremece, porque sé que el día llegó antes de lo que pensábamos. Así debió ser, porque es el precio que pagamos por el aprendizaje de un vuelo definitivo.

COSAS DEL AYER

Los adultos tendemos a olvidarnos de nuestra infancia: que sentíamos, que nos hería, que nos daba miedo. Puede ser que escuchemos este llamado expresando verbalmente y otros no porque los niños piensan en silencio. Recuerde esta época de su vida y a través de estas frases, dichas con el corazón, regrese a su niñez y... comprenda todavía mejor a sus hijos. Mis manos son pequeñas y por eso se me bota la leche aunque no quiera. Mis piernas son cortas, por favor espérame y camina más despacio, así puedo andar contigo. No me pegues en las manos cuando toco algo lindo y de color brillante. Es que quiero aprender. Por favor, mírame cuando yo te hablo. Así sé que me estás escuchando. Mis sentimientos todavía son tiernos, no me regañes todo el día. Deja que me equivoque sin hacerme sentir un tonto. No esperes a lo que haga o el dibujo que pinto sea perfecto. Ámame por el hecho de haber tratado de hacer lo mejor posible. Recuerda que soy un niño, no un adulto pequeño. A veces no entiendo lo que me dices. Te quiero tanto. Por favor, ámame por lo que soy, no por las cosas que hago. No me rechaces cuando estás molesto conmigo y vengo a darte un beso. Me siento solo y abandonado y con miedo. Cuando me gritas, me asusto. Por favor explícame lo que he hecho. No te enfades cuando en la noche las sombras y la oscuridad me dan miedo, cuando despierto y te llamo. Tu abrazo es lo único que me devuelve la paz. Cuando vamos a las tiendas no sueltes mi mano, creo que voy a perderme y no me encontrarás jamás. Me siento muy triste cuando mamá y tú discuten. A veces pienso que es por mi culpa y se me encoge el estómago y no sé qué hacer. Muchas veces veo que abrazas y acaricias más a mi hermano. ¿O es que lo quieres más que a mí? ¿Quizás porque es más guapo e inteligente. Pero yo... ¿No soy tu hijo también? Me regañaste duro cuando rompí mi juguete favorito y mucho más cuando me eché a llorar. Yo estaba acongojado y peor que tú. No lo hice a propósito y me quedé sin él. Te molestaste porque me ensucié jugando, pero es que la sensación del lodo en mis pies era tan rico y la tarde tan linda; ojalá supiera lavar para limpiar mi ropa. Hoy te sentiste mal y yo me preocupé mucho. Traté de entenderte con mis juegos y mis cantos y me dieron un par de nalgadas y me retiraron de tu lado. Me fui a un rincón llorando. ?!Qué haría yo si tú te me murieras!?. Me meten miedo con el infierno y no sé lo que es. Pero pienso que debe ser algo terrible como estar sin ti. Aunque me dejaron con mis tíos y la pasé bien, les eché mucho de menos toda la semana. ¡Ojalá no hubiera vacaciones para los papás! ¡Tengo mucha suerte! Entre todos los niños que hay en el mundo ¡Ustedes me escogieron a mí...! ?Reflexión?: Nada es eterno, todo lo que empieza termina. ?Seguimos presentes?.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 156053

elsiglo.mx