A todas las personas que festejan su onomástico o cumpleaños, durante el presente mes. Este servidor les desea un mundo lleno de felicidad. Y que Dios nuestro Señor, les siga permitiendo vivir muchos años más, llenos de salud y de felicidad en compañía de todos sus seres queridos.
¿Y a ti, qué te gusta? Se nos desafía a trabajar incansablemente para lograr el éxito en nuestra vida. No todos estamos destinados a una profesión o a un trabajo especializado; menos aún a un genio de los que se elevan a la altura de las artes y en las ciencias. Muchas personas están destinadas a ser solamente obreros(as) en las fábricas, pero no hay trabajo ni ocupación que no tenga importancia. Porque sabemos que toda tarea que eleve a la humanidad es digna e importante.
Estamos inmersos en un mundo tan complejo que todos necesitamos de los demás para poder avanzar. Somos pieza de un delicado mecanismo que funciona con los movimientos sincronizados de sus diferentes componentes. Hay piezas que aparentan ser más importantes y otras que suponen una importancia secundaria. Pero... ¿realmente, es así? Nadie discutiría que el motor de un auto es mucho más importante que la batería. Pero lo cierto es que el auto no funciona si le falta el uno como el otro. Sin duda que reemplazar un motor es mucho más difícil y costoso cambiar la batería, pero ambos son igualmente necesarios para que el auto marche. Nos acostumbramos a vivir en nuestra casa y no tener otra vista que no sean las ventanas de alrededor, y como estamos acostumbrados a no tener vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera. Y como no miramos para afuera luego nos acostumbramos a no abrir todas las cortinas. Y porque no abrimos completamente las cortinas luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz. Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, el aire y la amplitud. Nos acostumbramos...
A despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde. A tomar café corriendo porque estamos atrasados. A desayunar algo porque no da tiempo para comer a gusto. A salir del trabajo porque ya es tarde. A cenar rápido y dormir con el estómago pesado sin haber vivido el día. Nos acostumbramos... A sonreír para las personas sin recibir una sonrisa de vuelta. A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos. Si el trabajo es duro, nos consolamos pensando que pronto llegará el fin de semana. Y peor aún, hacemos que nuestro trabajo sea más pesado, a los demás, viviendo en las críticas destructivas y en la siembra de la discordia hablando negatividad y todavía sin argumento alguno. Y si el fin de semana no hay mucho que hacer vamos a dormir temprano y nos acostumbramos a quedar satisfechos porque siempre tenemos sueño atrasado. Por eso la muerte está segura de su victoria, a pesar de que la vida nos da mucha ventaja. No te acostumbres a esto, no dejes que este año que inició resulte igual que los anteriores, trata de vivir la vida con intensidad.
El éxito en la vida.
Una persona emocionalmente adulta y sana no demanda cosas extraordinarias e imposibles a la vida. Ha aprendido a apreciar y a gozar del placer de la existencia diaria. Sabemos que el éxito consiste en reír frecuentemente y querer mucho; conquistar el respeto de las personas inteligentes, ganar la aprobación de las personas críticas y soportar el engaño de los amigos falsos, en saber apreciar la belleza, en encontrar los puntos nuevos de la gente, en dar algo de sí mismo al mundo para hacerlo un lugar mejor, ya sea plantar un árbol, hacer un jardín hermoso o una mejora para nuestros semejantes, en haber jugado y reído con entusiasmo, y cantando con exaltación, y en saber que alguna vida, ha sido más fácil y feliz porque uno ha existido.
?Reflexión?. Diga usted si esto no es cierto: Cada quien ve, lo que quiere ver. Cada quien cree, lo que quiere creer. Cada quien escucha, lo que quiere oír. ¿Y usted qué piensa de todo esto? ?Seguimos Presentes?.