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GUACHOCHI, CHIHUAHUA.- El presidente Vicente Fox Quesada dejó ayer en claro que el presupuesto federal no se invierte en obras suntuarias, sino que se canaliza directamente a la gente, a las familias y a los ciudadanos que más lo necesitan.
En un encuentro con pueblos indígenas de Chihuahua, donde inauguró la electrificación de los poblados Cusarare y Tucheachi -con inversión superior a 130 millones de pesos-, subrayó que el presupuesto federal se transfiere a estados y municipios para apoyar el desarrollo humano, social y en infraestructura.
En su segundo día de visita a la zona de la Sierra Tarahumara, el mandatario ratificó su compromiso de ampliar los programas que se aplican en beneficio de estas comunidades y señaló que aquí está la muestra de que cada mexicano hace su lucha, hasta el último rincón del país, para que México avance.
Subrayó que ?aquí es donde los políticos tenemos que estar a la altura de lo que es cada familia en este país, de cómo se esfuerza. Los políticos debemos estar a la altura, debemos trabajar con más unidad, con más concordia?, enfatizó.
En el acto, el titular del Ejecutivo federal subrayó que para su Gobierno la más alta prioridad son los temas relacionados con el desarrollo social y expresó su disposición de sumar presupuestos con los gobiernos estatales y municipales para avanzar en el desarrollo personal, familiar y comunitario en esta región.
Sostuvo que está en marcha el presupuesto para este año, y aunque no se trata de recursos muy amplios, con austeridad, ahorro y reducción en el gasto corriente se aumentará la inversión en capital humano e infraestructura.
El mandatario, quien estuvo acompañado por su esposa, Marta Sahagún, el gobernador José Reyes Baeza, el secretario de Salud, Julio Frenk, y la directora de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez, hizo un balance de cómo encontró el apoyo federal a las comunidades indígenas y el avance que ha registrado en estos cuatro años.
Señaló que ?de 2000 a 2004 se lleva mucho camino recorrido y en el presente año, se avanzará aún más?, y externó su preocupación por mantener contacto con las familias de estos lugares, constatar la aplicación de los programas federales y el impulso a la educación, así como a la prevención en materia de salud.
Como muestra del avance en el apoyo a las comunidades indígenas, recordó que al inicio de este Gobierno creó la oficina presidencial para el desarrollo de las mismas, bajo la dirección de Xóchitl Gálvez, que mientras en 2001 ejerció un presupuesto de 600 millones de pesos, en el año actual tendrá cinco mil millones de pesos de manera integral.
Destacó que en los cuatro años de su administración se ha avanzado en la atención al desarrollo humano, al llevar el programa oportunidades de dos millones 200 mil personas que atendía en el año 2000, a cinco millones 300 mil en el presente año, con todo lo que implica en apoyos en materia de alimentación, nutrición, salud y educación.
En materia de becas, agregó, en el año 2000 se otorgaban dos millones a igual número de estudiantes, en tanto que su Gobierno ha incrementado el número de las mismas hasta cinco millones 600 mil en 2004, de las cuales un millón se canalizaron a estudios de bachillerato y universidad.
De mismo modo, destacó que se avanza en programas de salud dirigidos a la población más necesitada como el del Seguro Popular y el de Arranque Parejo en la Vida.
Comentó que todas estas cifras ?son frías? y no dicen mucho, si no constatamos cómo opera cada programa con el contacto directo con la ciudadanía.
Por ello, refirió, se ha preocupado de hablar con las familias y constatar que se impulse la educación, la salud, y exista esa preparación en los valores para tener una nueva generación con conocimientos, habilidades y capacidades que les permitan enfrentar los retos y participar en el desarrollo del país.
Al término del evento, Fox Quesada y su esposa, Marta Sahagún, saludaron a decenas de indígenas rarámuris que a partir de hoy gozarán de fluido de energía eléctrica en los dos poblados antes mencionados y saludaron a un matrimonio formado por María Virginia y Evaristo, que estaban visiblemente emocionados por la presencia del mandatario y la electrificación de la zona.
A la puerta de un cuarto de madera, que es la casa de María Virginia y Evaristo, mientras Marta Sahagún le daba vuelta a un pequeño molino de nixtamal que se utiliza para hacer tortillas, el presidente Fox conversaba con María Virginia, quien, incluso, señaló que hace artesanías y las vende en las ferias de empresas sociales que realiza el Fonaes.
Enseguida el presidente de la República abordó un vehículo para recorrer un pequeño camino de terracería hacia la carretera y seguir con la gira en el poblado de Creel, municipio de Bocoyna.
En la carretera lo esperaban ya decenas de indígenas de la Sierra Tarahumara, ante lo cual el mandatario descendió de su vehículo, los saludó y entabló breves conversaciones con algunos de ellos.
