Fue inhumado en un cementerio público en Riyadh junto a cientos de sepulturas sin identificación.
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RIYADH, ARABIA SAUDITA.- El rey Fahd de Arabia Saudita fue sepultado ayer en una tumba modesta y sin marcas, después de un breve funeral en el que líderes musulmanes presentaron sus condolencias por el monarca que lideró al gigante del petróleo durante dos décadas turbulentas.
Como marca la austera tradición islámica del reino, Fahd, quien en vida disfrutó de muchas riquezas y privilegios, fue ubicado en un cementerio público en Riyadh junto a cientos de otras polvorientas sepulturas sin identificación.
Fahd murió el lunes después de 23 años al frente del estratégico Estado del Golfo Pérsico, que es tanto el mayor exportador del mundo de petróleo como la cuna del Islam. Todos los días, más de mil millones de fieles se orientan a La Meca cinco veces al día para rezar.
Su sucesor es su hermanastro Abdullah, quien ha llevado los asuntos diarios desde que Fahd sufrió un derrame en 1995 y se espera que continúe el compromiso de Arabia Saudita de mantener estables los mercados de petróleo y su estrecha alianza con Occidente.
La ceremonia, que tuvo lugar en una mezquita en Riyadh, estuvo desprovista de pompa. El cuerpo de Fahd, envuelto en un sudario marrón y recostado en un ataúd, fue llevado fuera de la mezquita y conducido al lugar de su morada final en una ambulancia.
Cientos de oficiales de seguridad que se mezclaban con gente que iba a dar su último adiós al monarca, se ubicaban en las afueras del cementerio.
Un funcionario dijo que las fuerzas de seguridad estaban tomando las mismas precauciones ?que cualquier otro Gobierno tomaría para asegurar un evento como éste al que llegan invitados de alto perfil?.