Por jubilación, se entiende el periodo en que tanto el hombre como la mujer se alejan de la vida profesional. Generalmente, ambos tienen muchos temores o se crean muchas expectativas ante esta circunstancia, porque trae consigo, el cambio de estilos de vida y la adopción de nuevos roles.
No son pocos los que, al entrar en esta etapa, sienten diferentes emociones como miedo, alegría o tristeza, nostalgia por los tiempos pasados, e inclusive, algunos comienzan a padecer dolencias y a tener cualquier tipo de malestares físicos.
La jubilación constituye un momento crítico en la existencia de todos los seres humanos, por las diferentes reacciones que genera. Algunos la toman como el descanso del guerrero. Quienes la interpretan así, manifiestan un sentimiento de libertad, se sienten dueños de su tiempo y lo utilizan para realizar actividades al aire libre o se dedican a tareas de desarrollo y crecimiento espiritual e individual.
Disfrutan de la vida en familia y se sienten parte de ella. También se dedican a la realización de actividades artísticas como la pintura, la música o el trabajo con cerámica. Otros, reaccionan frente a la jubilación de manera positiva pero con cierta nostalgia, debido al cese de una actividad profesional que les satisface y que siempre fue valorada.
También porque el ambiente de trabajo en el que se han desenvuelto, les resulta muy familiar. Los compañeros de labores son considerados como parte de su familia y el pensar que ahora no se verán todos los días, causa nostalgia y tristeza en las personas.
Existen quienes definitivamente se sienten mal, porque interpretan que, con la jubilación, la sociedad les está diciendo que es el fin de sus días, que ya están viejos (en el sentido peyorativo de la palabra), y ya que no son tan productivos como cuando eran jóvenes.
Este grupo de personas se sienten relegadas y se les hace muy difícil adaptarse a la nueva circunstancia de vida porque piensan que son un estorbo para sus hijos o sus familias en general. Esta actitud negativa frente al hecho de la jubilación, lo único que genera es un ambiente adverso dentro del seno familiar.
La jubilación es un periodo de la vida por el cual todos vamos a pasar, y que en el fondo esperamos poder llegar a esa edad.
Las personas ya jubiladas dan un aporte infinito a la sociedad para que ésta se desarrolle de forma sana y correcta. Enseñan el valor del trabajo, el esfuerzo, el estudio, la constancia y la perseverancia que las llevaron a estar en el lugar en que están. Éste es el punto de vista positivo de la jubilación y desde esta óptima es que debemos tomar este momento en la vida de todos.
Entrar en esta época de la vida significa que la misma cambia, a veces drásticamente. En principio, los compromisos adquiridos en el mundo profesional y del trabajo, ya no existen. Ahora el tiempo libre es lo que importa.
El aspecto económico también debe ser modificado, pues se pasa de inmediato de un sueldo a una pensión establecido por el organismo encargado de manejar este renglón y está sujeta a modificaciones por factores externos como la inflación, por ejemplo. Incluso hábitos personales son susceptibles a las modificaciones: Si la persona se levantaba temprano, ahora puede hacerlo más tarde. Si no tenía tiempo para ver la televisión o leer, ahora sí lo tiene.
La actividad social es más frecuente que antes. Ahora comparte más con la familia. En definitiva, la jubilación es el periodo de transición de un estilo de vida a otro totalmente diferente, que debe ser tomado con absoluta normalidad. Claro está, debemos estar conscientes de la jubilación desde la edad madura e incluso antes, de manera de poder planificar la vida desde esta nueva etapa, cuando el momento así lo requiera.
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