En esta semana me envió un correo electrónico un joven, el cual agradezco su atención de comunicarse conmigo, pidiéndome que le comente sobre qué escuela o universidad le recomiendo para ingresar ahora que egrese de preparatoria. En especial me pedía le comentara sobre esa nueva universidad que tanto anuncian en televisión.
Este correo me puso mucho a reflexionar. En general todas en la Comarca Lagunera son buenas, pero como todo, tienen algún punto malo. Sin embargo ese punto malo también depende de la perspectiva de cada quien. Por ejemplo, hablando de disciplina, habrá a quien le interese que en una escuela sean muy restrictivos, pues esto fomenta mucho la dedicación a estudiar, sin embargo a otros, esto corta la libertad para el desarrollo personal del estudiante.
Pero antes de contestar a este joven me puse a ver con detenimiento como se publicita esta institución. Publicidad que ya había visto, pero que no había analizado.
Quiero aclarar que lo que voy a comentar no es respecto a la institución, pues de ella no tengo información alguna, sólo conozco lo que publicitan (que de ella así se conoce la imagen que proyecta).
Veamos. Un joven que se queja de que lo están presionando: ponte a estudiar, ponte a trabajar, báñate, péinate, arréglate (faltó: lávate los dientes), mira cómo te vistes, a dónde vas, con quién te juntas, etc.
Y, para fortuna de él ha encontrado una preparatoria en donde el horario son unas cuantas horas diarias, los maestros son ?chidos?, donde puedes ir a la hora que te pegue la gana (dice horario, pero refleja otra cosa), donde casi no se encargan tareas, donde todo es buen ambiente, donde hay buenos compañeros (lindas chicas, y por qué no, chavos guapos, en el anuncio salen sólo modelos).
Pero, para rematar sobre esta institución, menciona el actor, una escuela donde los viernes no haya clases y sea para practicar un deporte. Es decir, una escuela de pocas horas clase y sólo de lunes a jueves.
Sólo espero que los estudiantes de esa escuela, cuando egresen, se encuentren un trabajo de lunes a jueves, de unas cuantas horas durante la mañana y el jefe que les toque no les exija trabajar mucho y sea buena onda.
En días pasados acudí a una feria vocacional, más que nada por mi trabajo como orientador vocacional, a ver las ofertas de universidades en la Región Lagunera. Me encontré con muchas cosas, incluso novedosas, interesantes y buenas para mí.
Pero hubo una institución que me llamó mucho la atención. Una, que por no entrar en conflicto no mencionaré su nombre, en la que mostraba un stand muy bien arreglado, con unas mantas en donde contaban con fotografías ilustrativas. Fotos de estudiantes haciendo deporte (claro, cruzando la meta), grupo de jóvenes conviviendo alegremente en los pasillos, una pareja compartiendo un rico almuerzo en la cafetería, otra en donde maestro y alumno platican sanamente en una banca, chicas lindas ?cargando? libros abrazados a su pecho, otra más mostrando la majestuosa arquitectura (que en realidad yo no había descubierto antes).
Después de un rato de estar en ese stand me cayó el veinte, todas las fotos de esta prestigiada universidad, no tenían ningún estudiante, válgame la redundancia, estudiando, en salón de clases, leyendo, estudiando o cualquier actividad inicial y original por lo que estaba en ese lugar (universidad).
Se acercó el joven que estaba atendiendo, pensando en brindarme información, me preguntó: ¿En qué le podemos servir? ¿Tiene alguna duda?
Me es interesante, le comenté, que una universidad no promocione que en ella se estudia.
Claro que lo hacemos, sin entender mi observación de fondo y con un gesto muy ocre me contestó: ¿No ve que en las fotos se ven los salones de clase?
Me dio mucha tristeza contemplar ello, es una de las universidades que aspiro que ingresen mis hijos a realizar su carrera universitaria.
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