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Serpientes y Escaleras| Adiós a 2005; nos espera 2006

Salvador García Soto

Sin ánimo pesimista y más bien como advertencia realista, hay que ir sacando los paraguas porque en el año que viene el salpicadero de suciedad en el mundillo político, y concretamente en la contienda por la Presidencia, será por desgracia lo que prevalezca.

En la antesala de una sucesión presidencial que se antoja crucial para el país y para la consolidación de nuestra democracia, el año 2005 que estamos por despedir fue, con todos sus vaivenes, sobresaltos y cruentas luchas de poder, apenas una muestra de lo que nos espera después del año nuevo y una vez que termine la tregua navideña impuesta por el IFE a los candidatos presidenciales.

Sin ánimo pesimista y más bien como advertencia realista, hay que ir sacando los paraguas porque en el año que viene el salpicadero de suciedad en el mundillo político, y concretamente en la contienda por la Presidencia, será por desgracia lo que prevalezca. Lo dicen voces que conocen de ciertos temas y escándalos, y que advierten que si lo que vimos en este 2005 nos sorprendió y quizá hasta nos asqueó, en algunos casos se trata apenas de ?la punta del iceberg? de los expedientes negros que tienen varios de los protagonistas políticos del país.

Uno de esos casos, de los que se afirma que se conocerán mayores e inquietantes detalles en el año que empezaremos es el del priista. Mientras el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, hace malabares y decepciona intentando tapar a su padrino político, lo que se escucha que falta por salir en el caso del frustrado aspirante presidencial del PRI haría, si se hace público, que hasta el mismo Peña se haga a un lado y se deslinde claramente de su antecesor si no quiere que su gubernatura sea efímera y se caiga junto a los velos que aún cubren información de lo más delicado sobre la fortuna y los negocios, no siempre lícitos, de su padrino.

El de Montiel, dicen, es apenas un ejemplo del agitado y turbio panorama político que nos espera en 2006.

Ni qué decir del duelo de odios entre Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, que se recrudecerá y seguirá siendo un dolor constante para el candidato del PRI, sobre todo si la maestra decide, como todo apunta a que lo hará, ser candidata presidencial por su partido Nueva Alianza y dedicarse a perseguir, con el pretexto de su campaña, a Madrazo por todos los rincones del país para cumplir su amenazas: ?que Roberto no llegue por ninguna razón a la Presidencia?.

No pinta mejor la cosa para Andrés Manuel López Obrador, quien como puntero que sigue siendo de la carrera presidencial, enfrentará toda clase de ataques, estrategias y sus temidos complots para intentar bajarlo en las encuestas.

Sus adversarios tienen listos expedientes que cuestionan su pregonada austeridad y hablan de prestanombres que utiliza el candidato perredista para simular y esconder propiedades y patrimonio. Pero más que los lances de sus contrincantes, la incógnita es cómo terminará por afectar a AMLO la posible ruptura de Cuauhtémoc Cárdenas con el PRI y con su candidatura.

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