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¿Sexo en el embarazo?

PATRICIA KELLY

El embarazo es un reto de creatividad sexual

El embarazo no es un pretexto para suspender nuestra vida erótica, es una nueva etapa para experimentar sensaciones, posiciones y caricias. Es todo un reto para despertar la creatividad sexual.

Muchas mujeres temen embarazarse porque no saben qué va a pasar con su vida y su sexualidad; otras están muy inseguras por los cambios físicos: mi cuerpo se va a transformar, ¿le gustaré a mi marido? me voy a poner gorda y fea, se me manchará la cara.

Lo cierto es que muchos de estos cambios son temporales, claro que el cuerpo se modifica, por supuesto que el embarazo implica alterar nuestras vidas, pero si nos ponemos de acuerdo, pueden ser nueve meses de experimentación y crecimiento sexual.

Los primeros meses

Es muy importante que el embarazo sea deseado y, si llegara sin planearlo, que fuera aceptado. Los cambios físicos y emocionales se asumirán con mayor facilidad si ese embarazo se da con naturalidad y gusto.

El primer trimestre por lo regular es un tanto complicado, sobre todo para las que se embarazan por primera vez. Es un periodo en el que el cuerpo se adapta a su nuevo estado, pero lo acompaña de fuertes deseos de dormir, náuseas, vómitos, mareos y frecuente necesidad de orinar, por ello el deseo sexual puede quedar en un segundo plano. Pero una vez instalado el embarazo las cosas pueden ser diferentes.

Hay mujeres que sienten que su deseo se incrementa notablemente cuando están esperando un bebé, se comportan más seguras de sí mismas, están bien durante los primeros meses cuando el cuerpo no se ha modificado mucho.

Algunas mujeres dicen sentirse muy atractivas porque sus mamas han aumentado de tamaño. Incluso hay reportes de mujeres que dicen haber experimentado su primer orgasmo durante este periodo. Este puede ser un buen momento para la pareja.

El segundo trimestre puede representar mayor estabilidad en las relaciones sexuales. En términos generales los vómitos y náuseas han pasado y las mujeres se encuentran con mayor seguridad. Sin embargo, en ocasiones son ellos los que sienten temor de "lastimar al bebé" o de provocar dolor a su compañera.

Este es uno de los principales mitos de la sexualidad en el embarazo, pero puede ser aclarado si les decimos que el producto, como lo llaman los ginecólogos, está muy bien protegido por el líquido amniótico, el tapón mucoso del cérvix y los mismos músculos del útero.

También habría que precisar que el coito no es la única manera de tener relaciones sexuales.

Hombres y mujeres tenemos una gran extensión de piel, un gran repertorio de caricias por todo el cuerpo permitirá experimentar deliciosas sensaciones y sentir verdadero placer sexual. No hay que olvidar al clítoris, una zona muy delicada y sensual, diseñada única y exclusivamente para dar placer a la persona.

Las mujeres embarazadas gustan del "apapacho", de saberse queridas y acompañadas. Pero también los caballeros desean saberse incluidos en esa nueva relación que representa el embarazo, y por supuesto que disfrutan de las caricias, de los besos y de descubrir algunas técnicas nuevas. ¿Qué tal experimentar con el sexo oral o con un rico masaje sensual?.

Algunas alternativas

El último trimestre puede ser una verdadera aventura de experimentación. El vientre ha crecido y es el momento de crear nuevas posiciones y movimientos para evitar aplastar a la futura madre que ahora presenta más síntomas de cansancio y fatiga e incluso dificultad para moverse con libertad.

Existen múltiples posiciones que facilitan los encuentros amorosos. Insisto en la importancia de las caricias, de los estímulos manuales y orales que pueden desencadenar orgasmos. La estimulación mutua es una agradable alternativa.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta las posiciones en las que ella no presione su vientre, por ejemplo, él puede acostarse con las piernas estiradas y ella sobre él ya sea de espalda o de frente; otra forma puede ser acostados de lado, ella dando la espalda a él, y colocar el muslo femenino sobre las piernas de él para facilitar la penetración vaginal por detrás; otra opción sería que ella se recostara en una cama con las piernas en el piso y él se arrodillara frente a ella haciendo la penetración desde ese ángulo y no sobre ella.

Mantenga la comunicación

Salvo indicación médica, las relaciones sexuales están permitidas durante el embarazo, pero será necesario consultar al ginecólogo (a) cuando la mujer tenga una historia de abortos recurrentes o bien de partos prematuros; sangrados inexplicables, cólicos o placenta previa (que diagnostica el doctor), o cualquier amenaza de aborto.

Otra de las razones para no continuar con la vida sexual de la pareja es que algunos de los dos no lo desee o le provoque incomodidad, para ello hay que mantener una buena comunicación, hablar en voz alta de los temores; despejar dudas y mitos ayuda a estimular el deseo de experimentar.

El afecto de los padres puede llegar directamente al feto, el cariño que se prodiguen también. Si por alguna de estas razones la pareja tuviera que interrumpir sus relaciones sexuales coitales, no se olvide que las caricias, los besos, los abrazos, las palabras amorosas son una grata compañía para ambos

integrantes de la pareja.

"Hacer el amor, dicen Bing y Colman, es algo más que tener una relación sexual. Durante el embarazo esto supone todos los momentos de intimidad que nutren al padre y a la madre en su adaptación al nuevo estado. Las expresiones de afecto que se dan mantienen vivos el papel de amantes en los miembros de una pareja joven que se enfrenta a la paternidad. Hacer el amor, dar y recibir cariño, ternura y pasión mantiene a la pareja en contacto mutuo y los hace sensibles a sus necesidades físicas y emocionales".

Un asunto de dos

Hace muchos años se pensaba que el embarazo era un "asunto de mujeres" pero con el paso del tiempo, se ha logrado incluir a las parejas para que puedan participar a través del parto sicoprofiláctico, e incluso presenciando el alumbramiento de sus hijos, lo que facilita la etapa posterior al embarazo.

Un hombre que no comprende las transformaciones que implican estos nueve meses difícilmente podrá comprender el periodo de lactancia o el posparto que en ocasiones exige abstinencia sexual temporal (cesárea o episiotomía).

Disfrutemos entonces de la gran aventura creativa que representa nuestra vida sexual durante el embarazo.

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