EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Todo fue mentira. El supuesto rapto de una mujer, perpetrado desde la tarde del pasado domingo, no era más que un engaño. La dama que trabaja en varios ?antros? de esta ciudad, se fue a probar suerte a un pequeño pueblo de Sinaloa llamado Pericos. La intervención de la Dirección General para la Investigación del Secuestro y Crimen Organizado del Estado (DGISCOE) logró descubrir este plagio ficticio.
Margarita Castillo Sandarte, de 30 años de edad, vecina de avenida Quito No. 1412 del fraccionamiento Latinoamericano, simuló un secuestro para irse a trabajar a varios centros de vicio del poblado en mención, para lo cual aleccionó oportunamente a su hija Sandy Raquel Rodríguez Castillo, de 16 años.
El propósito fue engañar a la pareja de Margarita, Víctor Haro Macías, con quien vive desde hace tiempo, pues no quería que con su desaparición ?volviera al vicio del alcohol?, pero su mentira se descubrió cuando el también llamado Grupo Especial Antisecuestros recibió la denuncia del supuesto plagio.
Todo se descubrió. Aprovechando que su concubino Víctor aún tiene problemas con su ex esposa, la hermana de Margarita, Mayra Castillo Sandarte, ideó la forma de justificar la ausencia de su consanguínea mientras que andaba en diversos bares del poblado Pericos, Sinaloa, ubicado a 100 kilómetros de Culiacán, donde acostumbran a hacer parada y embriagarse los conductores de camiones de carga.
Cuando Víctor preguntó por su pareja, al llegar el pasado miércoles de Durango, Sandy Raquel aconsejada por su tía Mayra, le dijo que había sido ?levantada? por dos sujetos y su ex esposa, el domingo 24 de abril en las inmediaciones de la colonia, obligándola a subir a una camioneta de color blanco.
Angustiado por la ausencia de su mujer y temeroso de que llegara a sufrir algún daño, Víctor acudió con las autoridades para interponer la denuncia respectiva por desaparición de persona, en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), con el número 2572/2005.
Lo anterior causó la inmediata movilización de los elementos de la DGISCOE, quienes en poco tiempo lograron establecer que todo era un engaño.
Sandy Raquel confesó que su mamá había tomado un camión a Mazatlán en la terminal de Gómez Palacio, con la supuesta intención de pasar varios días con José Rodríguez, con quien aún estaba casada, a fin de dirimir varios problemas que tiene con él.
Un taxista de nombre Jaime Fraustro, de la línea Soriana, cuya unidad es la número 23, trasladó a ambas a la central de autobuses gomezpalatina y de ahí Margarita se fue a Sinaloa.
La jovencita no pudo sostener más sus mentiras y terminó por confesar todo a los agentes del Grupo Antisecuestros, quienes lograron establecer comunicación vía telefónica con la ?secuestrada? a quien solicitaron su inmediata presencia en esta ciudad para esclarecer su ?misteriosa? desaparición.
