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MILÁN, ITALIA.- La ciudad de Milán fue ayer escenario de varios atentados terroristas simulados en dos estaciones de Metro y el aeropuerto, preparados por las autoridades para verificar la coordinación de las Fuerzas de Seguridad y los equipos de emergencia.
Los “atentados”, anunciados con varios días de antelación por las Fuerzas de Seguridad, comenzaron en la céntrica estación de Metro de Cadorna a mediodía hora local, cuando a través de varios altavoces se dio la voz alarma y se pidió colaboración para el entrenamiento antiterrorista.
Para simular el estallido de una bomba, se colocó un artefacto de humo en el tren Malpensa Express, que cubre el trayecto entre el aeropuerto y el centro de la ciudad, y los pasajeros, ya sobreaviso, evacuaron la estación más divertidos que preocupados.
Las Fuerzas de Seguridad y los equipos de emergencia se desplazaron inmediatamente al lugar de los hechos para atender a las “víctimas”, un papel que realizaron varias personas contratadas para la ocasión, con un balance ficticio de ocho muertos y más de medio centenar de heridos de diversa gravedad.
Mientras, el tráfico urbano y ferroviario en la zona era bloqueado por las autoridades para permitir el traslado de los afectados a diversos hospitales, ya en alerta, y se limitaba el tráfico en el espacio aéreo milanés.
De forma casi simultánea, “estallaba” otro artefacto de humo en la línea dos del Metro milanés, también a la altura de Cadorna, con un supuesto balance de 16 muertos y 117 heridos, lo que llevó a desplegar un intenso dispositivo sanitario y de seguridad.
Menos de una hora después, las autoridades “descubrían” a un falso terrorista armado que intentaba colocar un explosivo en el mostrador de facturación de la British Airways del aeropuerto de Malpensa.
En su huida, el “terrorista” montó en un autobús y tomó como “rehenes” al conductor y a dos empleados aeroportuarios.
El lugar fue rodeado por las Fuerzas de Seguridad que simularon una negociación de emergencia con el supuesto terrorista para obtener la liberación de los retenidos, antes de lograr su detención.
Está previsto que se realice un entrenamiento similar en Roma a principios de octubre, según el prefecto (gobernador civil) de la capital, Achille Serra.