Son riesgo para la salud de los menores la mayor parte de comestibles que les surten
El Siglo de Durango
Es común observar que en los centros educativos de educación básica del municipio de Durango se encuentren puestos de comida que venden a los niños durante el recreo; sin embargo, no existe control por parte de las autoridaes sanitarias sobre los alimentos que se expenden, asimismo, por parte de las autoridades educativas para conocer la forma en que trabajan este tipo de negocios.
De acuerdo con una investigación realizada por El Siglo de Durango, se detectó que en algunas primarias no existe una verifiación de autoridades de la Secretaría de Salud del Estado (Ssa) para conocer sobre las condiciones en que se vende la comida que adquieren los niños, además de que no existe una reglamentación sobre los permisos o concesiones que se otorgan por parte de autoridades de la Secretaría de Educación del Estado (SEED) para la operación económica de este tipo de establecimientos.
Durante una visita realizada a la escuela 5 de Febrero que se ubica en la colonia Burócrata, se constató que los niños cuando salen a recreo consumen alimentos que se venden en distintos lugares como un puesto de una compañía de refrescos en instalaciones propias de la institución.
En este sentido, algunas personas manifestaron que para que se pueda realizar esta actividad comercial dentro del plantel manifestaron que tienen que pagar al director de la escuela, aunque se negaron a precisar la cantidad que se entrega al directivo por el permiso que se otorga para la venta.
Según versión de algunos padres de familia de esta escuela, se ha tratado de que en este plantel no se consuman alimentos ?chatarra?, unicamente de tipo nutritivo; sin embargo, llamó la atención que la elaboración de palomitas de maíz se hacía en una máquina en cuya parte inferior se encontraban en una caja dos gatos dormidos, por lo que la producción de este producto no se estaban desarrollando con la medidas de higiene necesarias.
Cabe señalar que no se encontró algún tipo de permiso por parte de Salud municipal en los lugares donde se vende comida.
En la escuela Domingo Arrieta ocurre una situación similar: los niños durante su media hora de descanso compran en un puesto que se encuentra instalado en la fachada de la propia escuela; las personas que trabajan en el mismo pagan una cantidad de dinero por permitirles vender comida.
Por parte de los padres de familia de esta institución existe inconformidad, ya que el director del plantel cobra por el permiso de venta y nunca rinde un informe sobre lo que se recauda y la cantidad por la que se renta el espacio, además de que los precios a los que se ofrece la comida son muy altos, lo que afecta la economía de las familias de los niños que acuden a este centro educativo.
Además, en este lugar existe un tanque de gas, el cual no se encuentra sobre una base firme, lo que representa un peligro para los niños.
Recientemente, las autoridades educativas y de Salud dieron a conocer el Programa de Escuelas Saludables y Seguras, dentro del cual se pretende que los niños que cursan su instrucción básica tengan una educación de mejor calidad basada en la prevención de enfermedades a través de algunas acciones, por lo que es importante que dentro del mismo se incluya una revisión de la forma en que operan los puestos de comida que se ubican en el interior de los centros educativos de la entidad, ya que éstos trabajan de acuerdo con lo dispuesto por los directivos de las escuelas y no existe vigilancia.