Existen tratamientos eficaces para tratar la incómoda incontinencia urinaria de esfuerzo, que ataca principalmente a las mujeres.
En un mundo en que a diario se desentrañan secretos de la existencia es extraño que enfermedades como la incontinencia de esfuerzo sea todavía parte de los secretos íntimos de muchas mujeres, que viven verdaderamente en la pesadilla de la vergüenza y no acudan con el médico para solucionar ese problema.
Y no se trata de una creencia, sino que expertos en ese terreno dicen que la incontinencia urinaria de esfuerzo, llamada por los médicos IUE, es un padecimiento que trastorna la vida de millones de féminas debido a los constantes escapes de orina. Y aun cuando muchas creen que es un asunto sólo de ellas, la verdad es que afecta a una de cada siete mujeres en todo el mundo, en algún momento de sus vidas.
También es verdad que la prevalencia de la incontinencia urinaria aumenta con la edad, pero en el caso del mal por esfuerzo puede afectar a las jóvenes, en especial después de que dieron a luz.
La pena es un asunto grave entre las mexicanas y por eso muchas de ellas se resisten a pedir ayuda y lo hacen hasta que sus síntomas son molestos, a tal grado que deterioran gravemente su calidad de vida y finalmente deciden hacer algo.
Los especialistas médicos han descubierto que son diversas las razones por las que no hablan del tema con un especialista, entre ellas destaca la vergüenza. E incluso un estudio realizado recientemente sobre la calidad de vida femenina demostró que menos de la mitad de las mujeres afectadas de manera moderada a extremadamente severa por los síntomas de incontinencia urinaria de esfuerzo, había mencionado el tema a su doctor.
Hay temor entre ellas a la cirugía, que en muchos casos se piensa es la única salida. También influye la falta de tiempo para apegarse a modificaciones de estilo de vida o rutinas de ejercicio y la carencia de alternativas de tratamiento farmacéutico.
Cambio de luces
Son varias las opciones de tratamiento, entre las que está el entrenamiento de los músculos del piso pélvico, conocido también como ejercicios Kegel, que puede ser eficaz, pero que, al igual que cualquier otro programa de este tipo, a menudo tiene un cumplimiento deficiente. Otros tratamientos también incluyen pesas, que son dispositivos que se adaptan al interior de la vagina para mejorar el apoyo al cuello de la vejiga y el útero. Pero hay nuevos métodos farmacéuticos que han sido ampliamente aprobados para la incontinencia urinaria de esfuerzo.
Recientemente la Secretaría de Salud aprobó la duloxetina - producida en conjunto por los laboratorios Eli Lilly y Boehringer Ingelheim- como primer y único medicamento para la IUE, cuyo mecanismo de acción es incrementar el tono del esfínter de la uretra. Este nuevo fármaco ha mostrado reducir significativamente la frecuencia de los escapes de orina, mejorando la calidad de vida de las pacientes. Expertos dicen que se sabe que la serotonina y la norepinefrina desempeñan un papel clave en el funcionamiento del músculo del esfínter uretral, cuyo debilitamiento se asocia con la incontinencia urinaria de esfuerzo.
La estimulación de estas neuronas aumenta la fuerza de las contracciones del esfínter uretral y se piensa que ayuda a prevenir las fugas accidentales de orina aumentando el cierre uretral. El núcleo de Onuf tiene una alta densidad de receptores de serotonina y norepinefrina y la balanceada acción doble de la
duloxetina inhibe la recaptura de esos neurotrasmisores.
Durante la fase de llenado, la duloxetina en presencia de otro neurotransmisor, el glutamato, asegura el balance apropiado de actividad de serotonina y norepinefrina en el centro del nervio pudendo en la médula espinal, el cual produce contracciones del esfínter uretral con más fuerza.