EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Luego de las declaraciones de la abogada cuyo domicilio fue baleado por desconocidos la madrugada del viernes, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), descartó que este hecho se relacione con la desaparición del funcionario federal, Jesús Reyes Espino, informó el titular de la citada dependencia, Gerardo Antonio Pérez Pérez..
Martha Correa Alvarado, de 33 años de edad, vecina de Quintas Los Laureles No. 21 del fraccionamiento Quintas San Isidro, manifestó en su declaración ministerial que en el ejercicio de su profesión no atiende asuntos de índole federal, sino más bien aquéllos relacionados con cobranzas y gestiones de tipo judicial.
Lo anterior, dijo el delegado de la región Laguna I de la PGJE, desecha por completo cualquier posible relación o nexo que en un principio se pudo haber sospechado sobre la desaparición del coordinador de agencias del Ministerio Público de la Federación, Jesús Reyes Espino.
Pérez Pérez comentó además que la declaración de la abogada, dio indicios para seguir una línea concreta de investigación que pudiera estar relacionada con una venganza de tipo personal, por lo que agentes de la Policía Ministerial ya iniciaron las pesquisas respectivas.
El pasado viernes a eso de las tres de la madrugada el domicilio de Martha Correa Alvarado fue objeto de un ataque a balazos, por lo que la afectada solicitó la presencia policiaca en su oportunidad.
Fueron ocho los impactos de bala hallados en la fachada de la vivienda: Dos de ellos en el marco de la puerta principal, a escasos diez centímetros del nivel del suelo, así como seis más, en el portón metálico de la cochera eléctrica, distribuidos en distintos puntos.
Cuatro de los plomos dieron en la parte posterior del vehículo Dodge Stratus, modelo 2002, color gris acero, cuatro puertas, placas FYG-1222 del estado de Durango, propiedad de la afectada. Se lograron recuperar los cascos percutidos así como tres ojivas completas, una en el interior del domicilio, otra adentro del auto y la última en la cochera. Todos del calibre nueve milímetros.
Según lo manifestado por el velador de una casa contigua del cual no se proporcionó su nombre, los agresores fueron unos sujetos (no dijo cuántos) que se desplazaban a bordo de una camioneta “cerrada”, posiblemente Explorer, Eco Sport, Blazer o Cherokee, de color oscuro, en la que huyeron una vez que vaciaron la carga de la pistola.
