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BOGOTÁ, COLOMBIA.- Unos 74 millones de mosquitos mantienen sitiado desde hace varios años al municipio colombiano de Sibaté, vecino a Bogotá, cuyos habitantes deben soportar todos los días los efectos que produce la contaminación capitalina.
Conocido en forma popular como ?pueblo de locos?, porque alberga a varios centros de salud para enfermos mentales, Sibaté está muy cerca de tener que tratar a sus residentes como pacientes frecuentes de esos sanatorios ya que los mosquitos lograron invadir sus vidas.
Al terminar el día, una espesa nube de mosquitos se levanta en esa localidad distante 30 kilómetros al suroeste de Bogotá y hace insoportable el caminar por las calles a quienes habitan ese pueblo ubicado sobre la cordillera oriental de Los Andes.
Las autoridades ambientales colombianas afirmaron que los mosquitos, calculados en unos dos mil 300 por cada habitante de Sibaté, provienen de las putrefactas aguas del embalse del Muña, el cual recibe las contaminadas aguas del río Bogotá.
La directora de la estatal Corporación Autónoma Regional (CAR), Gloria Álvarez, aseguró que ?la situación corresponde a una grave calamidad pública? ya que en el Muña se concentran en forma desordenada los desechos de más de ocho millones de personas.
Las condiciones putrefactas de la presa se convirtieron en cuna de millones de insectos que en forma permanente alteran la vida cotidiana de los habitantes de Sibaté, aunque la situación se torna ?insoportable?, según los afectados, apenas el sol se oculta.
Teresa Callejas, una anciana que vive hace varios años en esa localidad, afirmó que ?son nubes densas de bichos que todos los días, hacia las seis de la tarde, vuelven insoportables al municipio pues a esa hora inundan el pueblo y tratan de picarnos?.
?Hasta hace unos diez años se afirmaba que el problema de contaminación de la represa era grave, pero desde entonces la situación es peor, hoy ya es caótica y nos tiene cansados?, apuntó en forma indignada.
Álvarez anunció que los responsables del Muña, la Empresa de Energía de Bogotá y subsidiarias, deben asumir sus obligaciones, por lo cual otorgó un plazo de 18 meses para poner en marcha un plan de descontaminación que evite la clausura del embalse.
?Por el momento se quiere que las empresas eliminen 711 hectáreas de maleza que tiene el embalse, lo que ayuda a la proliferación de insectos y la propagación de malos olores?, señaló la autoridad ambiental.
En forma posterior se implementaría un programa de descontaminación del río y la represa que podría tardar varios años ?pero es muy necesario y urgente?.
La alcaldesa de Sibaté, Leonor Gantivar, afirmó en tanto que ?lo grave del asunto es que ya son muchas las personas enfermas, en especial niños, por culpa de este problema?, por lo cual pide la intervención del Gobierno colombiano para una solución definitiva.
La funcionaria dijo que ?ya son muchos años de padecimiento y sacrificios por parte de la comunidad, que en ocasiones prefiere comprar un insecticida antes que comer pues no soporta las molestias de los mosquitos?.
Reveló que la calidad del agua del Muña entró en un proceso de deterioro desde hace unos 30 años por la contaminación del río Bogotá ?y el problema se agrava todos los días con el crecimiento de la población?.