Comercio de mariscos invade con mesas y sillas la vía pública; piden colonos la presencia de Salubridad
El Siglo de Durango
A pesar de que invadir espacios en la vía pública es una falta administrativa, las autoridades no dejan de solapar la instalación de puestos y comercios. Éstos obstruyen la visibilidad y el paso de los peatones, además de que generan malos olores. Tal es el caso de un vendedor de mariscos que se ubica sobre el bulevar Felipe Pescador, a la altura de la calle Ramírez.
En un recorrido que realizó El Siglo de Durango por este comercio, se constató que no se respetan las líneas amarillas del carril de alta velocidad, ya que se siguen estacionando automóviles.
El problema que anteriormente tenía este comercio con los vecinos de la privada que se encuentra a unos cuantos metros del bulevar Felipe Pescador es que sus clientes utilizaban el carril para aparcarse sin respetar la entrada de la privada ni los estacionamientos de las casas.
Sin embargo, al iniciar la remodelación del bulevar, los vecinos se vieron beneficiados, ya que sus entradas permanecerían libres de los vehículos que se estacionaban.
No obstante, esta decisión también perjudicó en gran parte a los vecinos, ya que no pueden estacionar sus vehículos fuera de sus casas, por lo que les ocasiona que sus visitantes busquen lugar en la acera de enfrente, causando también molestias a los habitantes de esta parte del bulevar, aunque en su gran mayoría son comercios.
QUEJAS
Frente a este problema, este matutino se encontró con versiones diferentes de los vecinos, unos oponiéndose al flujo y otros agradeciendo que se hayan tomado estas medidas, aunque les perjudiquen un poco.
Un ejemplo de estos comentarios fue la señora Martha Márquez, quien dijo que se le quitó espacio para estacionar sus vehículos y la de sus visitas e invitados, por lo que está en desacuerdo con la línea amarilla y con el semáforo que presuntamente instalarán las autoridades la próxima semana.
Apuntó que no tiene problemas con la instalación del comercio, ya que el único problema es que los clientes no respetaban las cocheras, pero de allí en fuera ?todo está perfecto?.
Lidia Burgos, quien es habitante de este lugar, expresó que no hay nada en contra del comercio; sin embargo, dijo estar satisfecha con la línea amarilla, ya que algunos automovilistas obstruían la visibilidad a la hora de salir de sus cocheras.
Comentó que el único problema que hay es que a veces las más de 30 familias que viven sobre el bulevar y la privada tardan mucho en cruzar hacia el otro lado y por ello demandaron a las autoridades la colocación de boyas, reductores de velocidad, así como un semáforo peatonal.
Las obras para la colocación de estos señalamientos viales presuntamente se realizarán en esta semana.
La señora Guadalupe Morán Rodríguez, de 52 años de edad, afirmó que el comercio de mariscos se debe reubicar, ya que obstruye la visibilidad y limita el paso de los peatones.
Añadió que su cruce por ese lado es para trasladarse a una tienda de conveniencia, por lo que precisó que se tiene que bajar de la banqueta para ver el flujo de los carros y poder pasar a la otra acera.
Destacó que es importante que la Secretaría de Salud se dé una vuelta por este lugar, ya que el multicitado comercio está en la vía pública y su comida está llena de polvo, lo que la hace insalubre.
Subrayó que este comerciante así como las autoridades deben pensar en una reubicación, ya que sí es molesto para algunas personas.
Los vecinos de esta privada y del bulevar forzosamente tienen que pasar a la otra acera, porque los comercios y escuelas están de ese lado, de ahí que éste es un gran problema.
Tampoco tienen una parada de las rutas de transporte público, y esto también afecta, ya que los autobuses tienen que hacer paradas continuas y causan accidentes viales, que es otro de los problemas que tienen en este lugar.
En este sitio también se encuentra un elemento de Tránsito, quien solamente infracciona a las personas que van con exceso de velocidad, a lo que el señor José Alvarado Girón dijo que este dinero se debe utilizar para una campaña de educación vial.
Además, señaló que es preocupante que este agente solamente se dedique a eso, ya que no da el paso a los peatones que quieren cruzar al otro lado.
Finalmente, comentaron que sus problemas se vieron solucionados un poco con la instalación de las boyas para que los autos redujeran su velocidad al pasar por la entrada a la privada.
Quejas
Se encontraron versiones diferentes de los vecinos:
Se les quitó espacio para estacionar sus vehículos y la de sus visitas e invitados.
Dificultad para cruzar el bulevar.
Demandan la colocación de boyas, reductores de velocidad, así como un semáforo peatonal.
Reubicar el comercio de mariscos que se encuentra sobre este bulevar, ya que obstruye la visibilidad y limita el paso de los peatones, además de que origina malos olores.
No tienen una parada de las rutas de transporte público.
Hay un elemento de Tránsito que no da el paso a los peatones que quieren cruzar al otro lado.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.