LAGUNA DE RELATOS.
Dolor de madre| En octubre un juez decidirá si es inocente.
EL SIGLO DE TORREÓN
Desde hace seis meses Raymundo, su vástago, vive en la prisión de Jackson, Missouri.
MATAMOROS, COAH.- María del Rosario Ramírez García reza. Llora. Suplica. Día y noche le pide a Dios que ayude a su hijo Raymundo. Él lleva seis meses en la prisión de Jackson, Missouri, en los Estados Unidos de Norteamérica. Está acusado de asesinar a una mujer afroamericana, y, en octubre de 2005, un juez decidirá si es inocente, si lo sentencia a cadena perpetua o a la pena de muerte.
La madre de Raymundo partirá esta noche a Matamoros, Tamaulipas. Buscará la autorización de una visa para poder viajar ?al otro lado? y visitarlo en prisión. María del Rosario lleva noches soñándolo, ella cree que esto es un mal presentimiento porque en diciembre de 2004 le pasó lo mismo, pues el nueve de ese mismo mes, es decir, un día después de que lo detuvieron, se enteró de que su hijo había sido acusado de asesinar a una mujer.
En estos seis meses, María del Rosario ha recibido tres cartas de Raymundo. Sólo dos veces ha podido hablar con él por teléfono, y no puede evitar contener el llanto. Ella confía en la inocencia de su hijo pero reconoce que por la falta de comunicación, no está muy enterada de cómo pasaron las cosas.
?Un amigo de mi hijo que vive en Estados Unidos me da noticias de él. No he tenido ayuda de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Torreón, cuando voy a esa oficina me regreso llorando porque me dicen que lo más probable es que lo sentencien a cadena perpetua.
Pero María del Rosario, no pierde la fe. Gracias a la ayuda de sus vecinos consiguió el dinero para sacar el pasaporte y la visa. Felipe Medina Cervantes, alcalde de Matamoros, le dio dos mil pesos, pero lamenta que Enrique Martínez y Martínez, gobernador de Coahuila, no haya cumplido con su palabra de apoyarla para que su ingreso a los Estados Unidos fuera rápido y fácil.
?Mi hijo se está haciendo fuerte en la cárcel. Se ha acercado mucho a Dios. El 20 de mayo hablé con él por teléfono, pero nada más cinco minutos y no lo escuché muy bien, se oía muy lejos, pero dice que está tranquilo y que tiene fe en que todo va a salir bien. Me dijo también que hasta el 31 de octubre le van a dictar la sentencia, lo que pasa es que le han anulado varias audiencias y por eso el proceso se está alargando mucho, por eso quiero ir a verlo, quiero estar con él.
También le escribió una carta a Vicente Fox Quesada, presidente de México. Desde la residencia oficial de Los Pinos recibió una respuesta: el mandatario le aseguró que enviaría a un abogado para defender a Raymundo, pero no sabe si cumplió con su palabra.
?El gobernador desde marzo me trae con mentiras: que llame la semana que entra, que todavía no tiene dinero, puros pretextos. Afortunadamente con la ayuda de mis vecinos tramité el pasaporte y espero no tener ningún problema con la visa ahora que vaya a Matamoros, Tamaulipas.
Las tres cartas que ha recibido María del Rosario están llenas de nostalgia. En prisión, Raymundo Ramírez Ramírez recuerda cada momento que vivió con sus padres. Extraña a sus hijas: Zuleidi de seis años, y Pamela de dos, quienes no saben lo que está pasando.
El pasado cuatro de enero, Raymundo cumplió 23 años y desde hace dos años y seis meses se fue a los Estados Unidos en busca de una mejor vida, pero se equivocó. En la carta que escribió el 19 de enero, comenta: ?quiero pedirle a todos que me digan si no me han olvidado, no he podido comunicarme por falta de teléfono. Mamá, dile a mi padre que me perdone y que lo quiero mucho, ayer me estaba comiendo un pan medio crudo y lo hice bolitas, me acordé cuando estaba chiquillo y mi papá me hacía canicas de harina. No estén tristes porque de que salgo, salgo?.
En cada una de las cartas, Raymundo no se cansa de pedirles perdón a sus padres: ?aquí adentro (de la prisión) estoy viendo las cosas de otro modo, me doy cuenta de la vida que desperdicié. Dirás que ya hasta cuándo pero tuvo que pasar esto para recapacitar... quiero que me mandes fotos de mis hijas, de todos, sobre todo una tuya mamá, una en la que salgas muy bonita y sonriendo, porque ésa me la voy a grabar en un lado del corazón?.
También extraña a sus hermanas: ?diles que las quiero mucho. El otro día me estaba acordando cuando nació Katy, recuerdo que cuando entraste con ella a la casa me hice el dormido porque no quería verla, estaba celoso?.
Las manos de María del Rosario tiemblan mientras lee las cartas de Raymundo. La voz se le corta y no puede dejar de llorar: ?cuando me dijeron que estaba en la cárcel sentí como si mi hijo estuviera muerto. No quiero que le pase nada malo, pero no lo dejo de soñar... tengo miedo?.
