Perlita y su familia, a pesar de enfrentar diariamente varias adversidades no pierden la fe
El Siglo de Durango
Con una sonrisa inocente que refleja gran paz interior, todos los días, Perlita asiste a la escuela primaria acompañada de su inseparable compañera Burbuja, una perrita de raza desconocida que permanece a su lado durante la jornada escolar en el plantel ?Tlahuiscalli?; únicamente se separa de ella unos instantes durante el recreo.
Perlita es una niña de escasos siete años de edad que para trasladarse de un lugar a otro tiene que utilizar una silla de ruedas, debido a que desde su nacimiento se le detectó la enfermedad denominada mielomelingocele, un padecimiento que le impide caminar y desarrollar una vida normal, igual que los demás niños de su edad.
La madre de Perlita, Alicia Hernández Rodríguez, se refirió a los obstáculos que se ha tenido que enfrentar en la vida debido al problema de Perlita y también de otra de sus hijas María Raquel, que al nacer se enfermó de meningitis y como secuelas de esta enfermedad en la actualidad padece retraso mental y es sordomuda.
Alicia Hernández es viuda y tiene bajo su responsabilidad a cinco hijos: María Raquel, Eduardo, Brenda, Joel y Perlita, quienes viven en una casa prestada que es de un familiar en la colonia San Miguel y la cual ya ha sido solicitada, por lo que el destino de esta humilde familia es incierto, aun y cuando Alicia ha logrado inculcar a sus hijos valores y amor por el estudio, ya que según sus palabras no quiere que se dediquen al trabajo doméstico que realiza ella tres veces a la semana en una zona residencial de la ciudad.
?Mi vida es difícil, ya que por falta de recursos económicos desatiendo a mis hijos, yo quisiera estar siempre con ellos, pues mis hijas necesitan mucha atención, una por lo menos me entiende y la otra no?, aseguró Alicia.
A Perlita, al nacer, se le detectó mielomelingocele; ?ella sí va a llegar a caminar pero necesita de rehabilitación y algunos aparatos. En la actualidad no recibe atención por falta de recursos económicos. Cuando ella tenía seis meses fue llevada al CREE; ahí le dijeron que necesitaba una válvula en la cabecita pero por falta de apoyo nunca se le colocó?, recordó la madre de la pequeña.
En ese momento recordó con tristeza Alicia que fue a varias partes y nunca recibió el apoyo; en ese entonces acudió con el diputado federal Pedro Ávila y el DIF Estatal y no se dio el respaldo que buscaba. En primera instancia acudió su hermana y no hubo respuesta.
Posteriormente, hace tres años, regresó al DIF Estatal y le dijeron que estaba muy joven para andar pidiendo ayuda, que ésta solo se daba a personas mayores de edad y que podía laborar; eso le manifestó una trabajadora social de esta institución, a quien no le importó que fuera en compañía de dos hijas enfermas, María Raquel y Perlita.
En la actualidad la maestra de Perlita está solicitando que se le haga una valoración médica en general, porque no saben si tiene problemas de aprendizaje y necesita que se hagan algunos estudios como una tomografía.
Para sobrevivir, Alicia trabaja en una casa tres veces a la semana y está pensionada debido a que su marido falleció en un accidente cuando trabajaba en un aserradero. A la semana gana 300 pesos y al mes recibe por la pensión mil 500 pesos, cantidad que no es suficiente para el mantenimiento de sus hijos y su hogar; Perlita, por ejemplo, necesita usar pañal debido a que no tiene control de esfínteres, lo que representa un importante gasto para la familia.
Sin embargo, esto no es importante para Alicia, ya que lo más desea para su hija es que pueda recibir los apoyos que necesita como los estudios y la válvula para su cabeza. Además, comentó que los médicos que la estuvieron atendiendo hace algunos años le dieron esperanzas de que hija pueda caminar; sin embargo, necesita rehabilitación, la cual en este momento ella no le puede proporcionar a su hija debido a que tiene que salir a trabajar para dar de comer a sus otros vástagos.
Durante la visita realizada a la familia de Perlita se percibió el ambiente de respeto que ha inculcado la jefa de familia a sus hijos, Alicia; siempre se mostraron atentos a las preguntas realizadas por El Siglo de Durango. Además, salta a la vista el orden con que se encuentran los muebles que forman parte de la única habitación con que cuentan para dormir, en donde se observan dos camas perfectamente tendidas y donde duermen los seis miembros de la familia, es decir, María Raquel, Eduardo, Brenda, Joel, Perlita y Alicia.
Una vivienda donde se cuenta con una cocina, una sola recámara y un baño, un hogar pequeño con una gran familia, ya que, a decir de Alicia, el entorno familiar es tranquilo, lo cual quedó demostrado a través de algunas fotografías mostradas de los cumpleaños de sus integrantes pero en especial de Perlita, la luz del hogar y para sus hermanitos la consentida de la casa. Hace algunos días cumplió la niña de expresivos ojos verdes siete años de edad y por la falta de recursos económicos en esta ocasión no pudo celebrarlo como años anteriores.
Alicia comentó que su familiar ya le pidió la casa donde vive; sin embargo, se está haciendo dura ya que no tiene un lugar para sus hijos; ante esta situación, ha ido en tres ocasiones al Instituto de la Vivienda del Gobierno del Estado (IVED), donde le hacen un préstamo de dinero en efectivo para que construya unos cuartos pero le piden seis mil pesos de enganche, cantidad con la que no cuenta.
EL DÍA MÁS TRISTE
Alicia Hernández Rodríguez, con lágrimas en los ojos, recordó que el día más triste de su vida fue hace 19 años, cuando le informaron que a su primogénita María Raquel le había dado meningitis después de que durante quince días padeció fiebre y no pudo salir del municipio de San Dimas porque los caminos se encontraban cerrados debido a una fuerte nevada que azotaba la región. En el lugar no había médico y no fue posible trasladar a su menor para ser atendida.
A punto de morir la pequeña, finalmente llegó la ciudad de Durango para su atención médica; en la clínica San Miguel se le informó que la niña no tenía nada. Ain embargo, al llegar al lugar donde vivía temporalmente, empezó a notar un movimiento extraño en uno de los dedos del pie de la bebé, lo que motivó que de inmediato la llevara al Hospital de Durango, donde le empezaron a dar hasta 20 convulsiones en un solo día.
Después de que logró superar esta etapa, los médicos le informaron a Alicia Rodríguez y a su esposo Fidencio Vizcarra que la niña nunca iba a poder hablar y que iba a sufrir deficiencia mental.
Fue una etapa dura que logró sobrellevar; María Raquel acudió por algunos años a la Escuela de Educación Especial ?Eva Sámano?, pero Alicia ya no pudo llevarla porque tenía que atender a sus demás hijos, en especial a Perlita, que utiliza una silla de ruedas para trasladarse.
Hace enormes esfuerzos para poder caminar, ya que hace una semana el DIF Municipal le entregó un aparato que le permite mantenerse de pie y que, según su mamá, la hace parecer una muñequita.
Al ser testigos de la forma en que se coloca el aparato a Perlita, se pudo apreciar el gran esfuerzo que hace la pequeña para poder caminar; inclusive, dio algunos pasos apoyándose de su hermana Brenda. En este momento requiere, para un mejor funcionamiento, de una andadera. Perlita se puede incorporar de la cama y es notorio el que hecho de que tiene algo de fuerza en las piernas.
Al concluir la visita al hogar de la Alicia, de nueva cuenta apareció la perrita Burbuja, la fiel compañera de Perlita que se encontraba descansando en la puerta principal después de haber tenido una semana muy ajetreada cuidando celosamente las actividades que realiza la pequeña dentro del centro escolar al que asiste y en el cual es muy querida por maestra Elsa Angélica Chaparro Meraz y sus compañeros de segundo grado de la escuela ?Tlahuiscalli?.
Familia
La conforman su mamá Alicia Rodríguez y sus cuatro hermanos:
-María Raquel, de 19 años, es sordomuda y ayuda en algunas labores del hogar.
-Eduardo, de 17 años, estudia en la Preparatoria ?Honor y Gloria? de la colonia La Virgen; quisiera dedicarse al periodismo.
-Brenda, de 13 años, estudiante de secundaria, es quien ayuda a Alicia en el cuidado de Perlita y Joel, los más pequeños.
-Joel, de nueve años, acompaña a Perlita a la escuela y cursa el cuarto año de primaria.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.