César Manuel no entiende porqué el Niño Dios no le ha traido lo que él pide; asegura que se porta bien
El Siglo de Durango
?Yo le pido al Niño Dios un balón de futbol, pero siempre me trae unos zapatos o un cambio de ropa?, exclama César Manuel Rodríguez Quiñónez, de 11 años de edad, quien espera que esta Navidad su deseo sea concedido, pues asegura que se ha portado bien.
Pese a que dice que hace bien las cosas en su casa y con su familia, no entiende por qué no le ha traído lo que pide; inclusive, el porqué en algunos años nada le ha traído; por ello, ahora ya está ansioso para que llegue el momento en que sepa de sus regalos navideños, esperando su balón.
César Manuel es huérfano de padre desde hace seis años, así como el mayor de seis hermanos, de quienes también no reciben los regalos que le encargan al Niño Dios, aunque señala que ya están acostumbrados.
?El año pasado me trajo un par de zapatos, en el otro un cambio de ropa?, pero el balón para jugar futbol con sus amigos aún no llega; ?pero si no me lo trae no me pongo triste porque ya me acostumbré?, expresó.
El menor manifiesta que su madre, María de los Ángeles, trabaja en una tienda de abarrotes con sus familiares, pero esta Navidad la pasará con sus tíos en el municipio de Santa María del Oro, por lo que César Manuel estará al lado de otros familiares que viven en La Piedrera, en Durango.
Durante el festejo navideño organizado por el Banco de Alimentos de Durango, César Manuel al igual que decenas de niños se encontraban a la espera de recibir alguno de los juguetes que serían repartidos, pero ante el gran número de niños que acudieron tendrían que ser rifados.
Este año será el primero en que celebrará la Navidad en Durango con sus tíos, por lo que la esperanza de hacer realidad su regalo se hace más grande, ya que confía en que este año sí podrá regresar a Tamazula acompañado de su balón, pues con sus familiares el Niño Dios le ha traído un tráiler y un Jeep.
Como él, cientos de menores de edad en el estado pasarán la Navidad entre carencias, sin juguetes y con necesidades para compartir una Nochebuena como mucha gente lo hace y como la televisión se los muestra.
Sin embargo, la pobreza que impera entre sus hogares los hace ver las cosas con normalidad; si no les traen juguetes no pasa nada, pues ya están acostumbrados a no recibirlos, al igual que sus demás amigos o compañeros de escuela en las zonas con más altos grados de marginalidad.
Festejan a menores
Ante los índices de pobreza que existen en la entidad, el Banco de Alimentos de Durango festejó la Navidad adelantadamente, al entregarles a los niños de escasos recursos aguinaldos y algunos juguetes, declaró Sara Torres Córdova, presidenta de la institución.
Explicó que se convocó a la ciudadanía de las colonias marginadas, como la Lucio Cabañas, Constitución, Carlos Luna, José Ángel Leal, Cancún, La Virgen, entre otras, para que acudieran al Banco de Alimentos para realizarles la festividad.
Esto se realiza como una labor altruista para los menores de edad que por sus carencias no podrán recibir algún juguete o aguinaldos disfruten de uno de ellos y llenar su rostro de alegría, aunque sea en esta Navidad, comentó.