EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Ya era el segundo viaje con objetos de un carro que habían robado y desmantelaban cuando los presuntos ladrones fueron capturados por los preventivos y remitidos a la cárcel.
Los inculpados son Jaidín Delgado López, con domicilio en la calle Brasil 201 y Cristian Álvarez Vázquez, de 24, quien dijo vivir en calle Honduras 303, ambos de la colonia Aviación de Torreón.
La Dirección de Protección y Vialidad informa que a las 3:20 horas de ayer, en la calzada Lázaro Cárdenas y Guanaceví de la Zona Industrial, patrulleros de la Unidad F-249 detectaron en actitud sospechosa a dos sujetos que viajaban a bordo de un automóvil Tsuru, color negro, modelo 89, sin placas y engomado EYD-3163 de Coahuila.
Al detenerlos y registrar el interior del vehículo, los patrulleros encontraron en el asiento trasero una cola de pato color gris, faros delanteros de automóvil Tsuru, un espejo retrovisor, un gato grande de acordeón y en la cajuela había una bolsa grande con ropa diversa, un cobertor y otros objetos.
Al ser interrogados sobre la procedencia de los objetos, manifestaron que pertenecen a un Tsuru que habían robado en la Feria de Torreón y que desmantelaban cerca de la carretera a La Unión.
Los presuntos ladrones dijeron que ya era la segunda vuelta, pues en la primera se llevaron las cuatro llantas del carro robado, la refacción, dos teléfonos celulares y algo de dinero en efectivo que encontraron.
Los agentes localizaron el automóvil Tsuru, modelo 92, color gris, placas FZE-9766, con quema cocos, el vehículo estaba sobre ladrillos y en el interior había una credencial expedida a nombre de David Carranza Puentes, con domicilio en calle Loza No. 54 de la colonia Merced II, de Torreón.
?Chafero? detenido
Gustavo Medina Valles, de 37 años y con domicilio en avenida Durangueña 565 de la colonia del mismo nombre, en Torreón, fue aprehendido por los preventivos de Gómez Palacio.
El detenido es acusado por José Luis Medellín Lara, vecino de la colonia El Foce de esta ciudad, de haberle vendido una cadena y una esclava de oro que resultó no serlo.
Al ver al vendedor, José Luis le exigió el dinero pero en lugar de eso fue insultado y amenazado, motivo por el cual solicitó el auxilio de los patrulleros.
