Agencias
SAN SEBASTIÁN, ESPAÑA.- Llevar al cine la compleja novela Vida y Opiniones del Caballero Tristram Shandy, de Laurence Sterne, era considerada una tarea imposible, pero el director británico Michael Winterbottom se planteó ese desafío y sorprendió ayer en el Festival de San Sebastián con el resultado.
Winterbottom, quien el año pasado escandalizó a algunos en el certamen español con las escenas de sexo explícito de Nine Songs, recrea en A Cock and Bull Story una jornada de un rodaje ficticio de una película sobre Tristram Shandy.
Con Steve Coogan, con el que ya trabajó en 24 Hour Party People, como protagonista, Winterbottom juega con la realidad y la ficción, y no sólo refleja la dificultad de llevar el texto de Sterne a la gran pantalla, sino que también ofrece una mirada irónica y divertida sobre el negocio del cine.
Coogan es el protagonista indiscutible del film, en el triple papel de Tristram Shandy, su padre y él mismo, pero también destaca el trabajo de Rob Brydon como el tío Toby y a la vez el antagonista de Coogan en la ficticia vida real.
Tanto la breve presencia de la actriz Gillian Anderson, conocida sobre todo por la serie televisiva X Files, en el papel de la viuda Wadman, como los cómicos diálogos entre Coogan y Brydon son aprovechados por Winterbottom para reírse del ego y las inseguridades de los artistas.
Con A Cock and Bull Story, Winterbottom da una nueva vuelta de tuerca al lenguaje cinematográfico como ya hiciera en Wonderland, 24 Hour Party People o In this World.
El experimento fue aplaudido y hubo muchas risas a lo largo de la proyección, pero más conmovió al público la segunda película a competición de la jornada, la china Sunflower, de Zhang Yang, que fue recibida con un largo y cálido aplauso.
El filme retrata en más de dos horas treinta años en la difícil relación entre un padre y un hijo. Zhang, que en 1999 ganó en San Sebastián la Concha de Plata al mejor director por La Ducha, se centra en tres momentos fundamentales en la vida del hijo: cuando a los 11 años regresa su padre ausente, cuando a los 21 acepta su exigencia de convertirse en pintor y cuando ya superados los 30 su padre vuelve a desaparecer.
"Es la historia de mi propia relación con mis padres. Además quise contar la evolución de China en estas tres décadas como telón de fondo", explicó el joven realizador chino. "Creo que hubo muchos cambios y eso hace que ahora nuestra generación y la de nuestros padres estén enfrentadas".
En total, son 19 las películas que compiten por la Concha de Oro, el premio mayor del certamen español, que se entregará el 24 de septiembre.
