La muerte de la menor de edad involucrada en narcomenudeo de inicio pareció ser un suicidio, sin embargo, ahora la PGR informa que pudo haber sido un homicidio.
(SUN-AEE).- La Procuraduría General de la República (PGR) confirmó que la muerte de Stephanie, menor de edad aparentemente involucrada en narcomenudeo, fue un homicidio o un suicidio inducido.
De acuerdo con fuentes de la dependencia federal, la droga encontrada en el lugar de los hechos fue "sembrada" por los responsables y hasta el momento no se ha encontrado el objeto con el que se dice se ahorcó la menor de 14 años de edad.
Estos nuevos datos echan abajo la versión de que Stephanie se quitó la vida por una deuda de 3 mil pesos a narcomenudistas que originalmente difundió la Procuraduría de Justicia capitalina.
Por otra parte, las investigaciones de la PGR intentan establecer si la relación sentimental de un militar con una hermana de la menor de edad fue una de las causas de su deceso.
El Ministerio Público federal ya interrogó al padre y a la hermana de Stephanie, para ubicar a las personas allegadas a la niña, y definir el papel del integrante del Ejército que también ya está bajo investigación, aunque su identidad no fue revelada.
Sebastián Juvenal Cruz, fiscal en Magdalena Contreras de la Procuraduría local, informó que también se investiga al novio de la menor y con quien tuvo una riña un día antes de que ésta falleciera.
Luego de los peritajes y de tomar los testimonios de sus familiares, además, la dependencia federal ha dado un giro en sus indagatorias, ante la sospecha de que la carta póstuma en la que explicaba las razones de su muerte no la escribió la joven.
Autoridades de la PGR revelaron que las pesquisas van muy avanzadas y pronto se esclarecerán las circunstancias de la muerte de la menor, ocurrida el pasado 3 de febrero por una presunta deuda por venta de droga, en la colonia El Tanque.
En esa ocasión, autoridades de la Procuraduría local encontraron una supuesta carta póstuma escrita a máquina por la niña, en la que aseguraba que fue orillada a quitarse la vida, ante las amenazas de vendedores de droga.
Además, confesaba en la misiva, la obligaban a vender droga en la secundaria donde estudiaba: "Me daban 100 grapas de coca cada semana para venderlas en la escuela".
La supuesta deuda ascendía a 3 mil pesos, pues accidentalmente había perdido la droga que debía comercializar.
A partir de que la PGR se encargó de las investigaciones, no obstante, éstas han dado un giro pues los peritos han determinado que la carta póstuma es muy elaborada y no coincide con la redacción de la menor.
Entre las inconsistencias, están que la niña siempre escribía su nombre con la letra "S" repetida, y en el documento aparece sin esta característica; además de que la carta fue escrita con máquina de escribir, cuando la menor no tenía una.