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Sostienen alfileres a México

DIAGNÓSTICO | LA ECONOMÍA ESTRUCTURADA EN PUNTO DE QUIEBRA.

Las autoridades disimulan y maquillan la realidad; se agudiza la falta de competitividad del país, advierten.

El Siglo de Torreón

(Segunda de cinco partes)

Comarca Lagunera.- El autoempleo se ha convertido en una válvula de escape ante la escasez de fuentes de trabajo en la economía nacional. De acuerdo al Censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) el 24 por ciento de la población ocupada optó por independizarse y ser trabajador por cuenta propia, rubro en el que se ubicaron nueve millones 900 mil personas al cierre del primer bimestre del año.

El INEGI refiere que existen 16 millones 395 mil 838 personas trabajando en el sector informal de la economía, mientras que aquellos que mantienen un vínculo laboral formal sumaron 25 millones 605 mil.

Ante este panorama la informalidad es la única opción de vida. El gobernador de Coahuila, Enrique Martínez, comenta que la economía no estructurada pudiera justificarse si en ella no estuvieran involucradas personas que se aprovechan de este sistema para enriquecerse al amparo de la impunidad y sin estar obligados a cubrir las condiciones fiscales, salariales y laborales establecidas por la Ley en México.

Para el mandatario de Coahuila parte de la responsabilidad sobre este fenómeno recae precisamente en todos los ámbitos de Gobierno, ante la imposibilidad de generar la suficiente cantidad de empleos para evitar que cada día más personas se sujeten a este régimen.

“Por más esfuerzos que las autoridades hacen, la informalidad sigue creciendo, en algunos casos con justa razón, porque hay personas que al no encontrar empleo se ven obligadas a recurrir a este tipo de esquemas”, comenta.

Cuestiona la falta de capacidad del Gobierno Federal encabezado por el panista, Vicente Fox, para satisfacer la demanda de empleo que presentan millones de mexicanos. “Necesitamos generar un millón 200 mil empleos al año y por supuesto que estamos muy por debajo de ello. La gente tiene que ir a buscar un sustento y va a la informalidad”.

Rubén Calderón Luján, rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), opina que retirar a la población de las actividades informales, sería dejarla morir de hambre, donde la posibilidad de un estallido social siempre estaría presente.

“Se estima que más de 11 millones de mexicanos están laborando en la economía informal. Privarlos de esos medios, la única vía que se les dejaría sería morirse de hambre o arriesgar la vida para cambiar la situación actual. Esto no es una ocurrencia, México es un pueblo nuevo, vital, quizá hasta un poco agresivo y sobre todo todavía tiene presente en su memoria colectiva la guerra de Independencia, y sobre todo la Revolución Mexicana. En esas condiciones cualquier persona piensa que es mejor que la maten de un balazo, que vivir la agonía del hambre”.

Jorge Herrera Delgado, alcalde de Durango, considera que si no existieran actividades informales, esto sería el reflejo de una economía equilibrada, justa y equitativa, sin embargo no se logra imaginar qué podrían hacer millones de mexicanos sin este tipo de comercio para ganarse la vida.

DIAGNÓSTICO | LA ECONOMÍA ESTRUCTURADA EN PUNTO DE QUIEBRA

IMPOSIBLE DE IMAGINAR

Carlos García Cruz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Durango, expresa que en la actualidad se vive una situación compleja y difícil en los aspectos económico y político. “La economía informal está fuera de la Ley, pues no cumple con el requisito de pagar sus impuestos al Gobierno y a la vez, automáticamente es una competencia para todos aquellos que sí pagamos”.

Para el representante de los empresarios, es a través de la concientización y el diálogo como estas personas pueden incorporarse con la formalidad: “y desde luego con una consideración por parte de las autoridades hacendarias en donde se les ponga un camino sencillo para que ellos empiecen a estar dentro de la Ley e integrarlos”, indica.

Sin embargo, Carlos García Cruz, define que no puede prever qué harían las personas que se dedican a estas actividades si ya no pudieran llevarlas a cabo: “pudiera dar una opinión pero creo que no es una opinión sensata desde ningún punto de vista. A lo mejor no sería la opinión bien dada de acuerdo a la situación que se está presentando”.

Cuauhtémoc Martínez García, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), declara que el crecimiento de la economía informal es un problema estructural del modelo económico que implementa el Gobierno Federal, el cual es incapaz de generar las fuentes de trabajo que demanda la Población Económicamente Activa (PEA).

Propone una reorientación de las personas que laboran dentro de la informalidad, llevando un control de quienes participan dentro de esta actividad y con ello un pago representativo.

Opina que al tener un reconocimiento o una personalidad jurídica ante la sociedad serán parte de la actividad económica del país y no sean tratados como delincuentes. La vigilancia deberá darse por la vía fiscal, ya que es una forma en que podrían trabajar con el sector industrial y comercial para el suministro de mercancía.

En la medida en que los costos de producción bajen, en esa misma proporción disminuirán los precios de venta y con ello un mayor número de personas buscará vender sus productos en regla. Para ello, agrega, es necesario fomentar una mayor cultura, una mayor conciencia en el consumidor final sobre las desventajas de adquirir productos en la calle, los cuales no pagan ningún tipo de impuestos. Sin embargo acepta que es difícil imaginar a la economía mexicana sin actividades informales.

LA INCAPACIDAD GUBERNAMENTAL

El secretario de Finanzas del Coahuila, Javier Guerrero García, dice que los principales problemas estructurales que enfrenta la economía del país y que representan los grandes obstáculos para incorporar a miles de mexicanos que sobreviven gracias a las actividades informales, son: la falta de competitividad que tenemos como economía con respecto al mercado mundial, inmerso en un esquema de globalización. Asimismo la complejidad de la estructura fiscal, un marco jurídico obsoleto y la falta de políticas de fomento efectivas que coadyuven a consolidar la pequeña, mediana y micro-industria.

En este panorama, Ricardo Pacheco Rodríguez, secretario general del Gobierno de Durango, confiesa que a él no le gusta especular, por este motivo desconoce qué destino tendrían las personas dedicadas a la informalidad. “Lo que sí es cierto es que la realidad nos dice que en este momento las actividades que tienen son las que les permiten llevar una manera de sobrevivir”.

El coordinador de los diputados coahuilenses, Eduardo Olmos Castro, dice que el país no ha crecido como se había prometido, (un siete por ciento), si acaso está en tres por ciento, lo que indica factores de crecimiento del cero por ciento en los primeros cuatro años. Se refiere además a que es el mismo Gobierno el que pone en riesgo la competitividad, un elemento indispensable para que México pueda hacerle frente a un mercado globalizado, ya que no propicia factores suficientes para lograrlo, de manera que se pierden empleos porque las empresas prefieren emigrar a China o Sudamérica en busca de mejores condiciones de expansión.

“¿Cómo pues, se pretende tener un país sin economía subterránea, sin ilegalidad o informalidad, cómo no depender de manera obligada de los miles de millones de dólares que anualmente envían los mexicanos establecidos en ciudades del extranjero?”, cuestiona el diputado federal.

Por su parte, el presidente del Desarrollo Industrial Las Américas de Torreón, Coahuila, Carlos Delgado López, asegura que no hay reactivación económica en el país, por ende todos los números que aporta el Gobierno Federal son sólo “cifras alegres”.

Afirma que la economía está sostenida por alfileres, “y el país que estamos construyendo todos, está inmerso en la ilegalidad y en la informalidad, resultado de la errática política económica aplicada por el Gobierno de Vicente Fox”.

Luego desglosa quiénes son los primeros responsables del grave retroceso y de que no haya paz social en México, precisamente porque hay pobreza extrema y acusa a las autoridades de ser las principales promotoras y ejecutoras de la corrupción que ahoga al país.

Cita que México es el cuarto país en el mundo con problemas de “narcomenudeo” y esto existe porque las autoridades lo solapan, disimulan y maquillan la realidad.

PRIVILEGIO DE POCOS

Para el gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, no está sujeto a discusión el hecho de que aún hoy, con un segmento importante de la población económicamente activa dedicada a actividades informales, enfrenta el país un serio problema de migración hacia Estados Unidos.

“Por otro lado, debemos apuntar que la sociedad mexicana es una sociedad en la que las redes de protección social construidas por los lazos familiares, juegan un rol muy importante, frente a la falta de oportunidades de empleo y de ingreso”.

Y mientras el alcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón Arce, reconoce que es muy difícil que las personas que se sostienen de una actividad informal se incorporen a una formal, el regidor panista y presidente de la Comisión de Comercio y Mercado, Miguel Chibli Navarro, afirma que en esta ciudad el 80 por ciento de los ambulantes tiene el capital suficiente para convertirse a comerciante establecido y no lo hace porque de esta forma está exento del pago de muchos conceptos.

Rendón Arce indica que es indiscutible que la carencia de un empleo formal obliga al ciudadano a buscar el sustento diario de su familia vendiendo alimentos, mientras que otros optan por la venta de algunos productos en los tradicionales tianguis o pulgas.

El problema es que no todos optan por actividades legales, pues se dedican a comercializar productos “piratas”, Rendón Arce acepta que es aún más grave que muchos de estos artículos se reproducen aquí mismo en el país o en la región en forma ilegítima.

Chibli Navarro no comparte la visión del alcalde, pues asevera que la mayoría de los vendedores ambulantes trabaja en esta actividad porque les resulta más redituable. “Estoy consciente que mucha gente del comercio informal lo hace por necesidad, el grave problema es que no llegan ni a la cuarta parte los que lo hacen por esta situación. Ya que el ambulantaje se convirtió en un privilegio amafiado, un privilegio de unos cuantos, no un beneficio para los necesitados”.

UNA POSIBLE SOLUCIÓN

Librado Octavio García Aymerich, asesor fiscal, considera que el comercio informal es una actividad necesaria porque la existencia de pequeños o micro comercios ha ayudado a la gente sin empleo a salir adelante.

Sin embargo, señala que esta economía informal pudiera tornarse formal en la medida que existan mecanismos sencillos para que este tipo de comercios pague los impuestos que le corresponden.

Divide lo informal en dos vertientes, los pequeños negocios de las personas que tratan de subsistir y la economía subterránea, donde se manejan grandes cantidades de mercancía robada, la llamada “piratería”.

“Es necesario combatir esta parte y por otro lado, ayudar a que ese pequeño comerciante se incorpore a la formalidad bajo un sistema sencillo de tributación”, manifiesta.

Explica que la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) contemplan un régimen denominado de los pequeños contribuyentes, cuya aplicación es muy sencilla, pero se requiere una difusión adecuada y que los municipios, así como los estados, se comprometan a una fiscalización de estos pequeños comercios.

“Básicamente los municipios tienen la información a detalle de quiénes son estos comerciantes, les cobran una cuota por parte de Plazas y Mercados”, indica, “y se necesita actuar de una forma drástica, pero no se hace por los famosos costos políticos, contra esos negocios que manejan mercancía de dudosa procedencia”.

El contador público afirma que esto llevaría al cierre de un círculo y la generación de impuestos, que no se van a recaudar en gran parte del pequeño comercio, donde las ventas son relativamente bajas, pero sí de quienes les venden la mercancía, negocios medianos o grandes que distribuyen a los pequeños y fácilmente pueden omitir el pago de impuestos de estas ventas, pues no les piden comprobación.

“La existencia del pequeño comercio es sana, es buena, es necesaria, pero necesitamos esquemas sencillos de fiscalización y participación activa de los municipios y los estados, porque esto es lo que impide la formalización de estos negocios informales”, manifiesta.

“No hay voluntad por parte de las autoridades para que estos negocios se fiscalicen adecuadamente, adolecemos del Estado de Derecho”, continúa, “los legisladores por estar pensando en las elecciones más próximas no actúan como deberían”.

Sin embargo la incorporación a la formalidad que proponen los empresarios, es una posibilidad que algunos ven lejana.

Así pues el obispo auxiliar de la Diócesis de Durango, Juan de Dios Caballero, considera que la gente que vive de diferentes actividades tales como la “piratería” o el comercio informal está imposibilitada para incorporarse a la actividad formal.

“Se necesitaría que hubiera suficientes empleos y salarios para vivir decorosamente. No hay empleos para todos los mexicanos y los salarios son de miseria. ¿Cómo se van a integrar?”.

Una visión optimista

A pesar del panorama que dibujan empresarios, académicos y actores de la política, algunas autoridades consideran que la informalidad no representa en la actualidad un problema grave para el país, ya que la economía repunta.

Tranquilino Juárez Ortega, delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Coahuila, señala que el comercio informal ha existido desde siempre, “si acaso, ahora se ha diversificado en otras áreas tales como la ‘piratería’ y el ‘narcomenudeo’, pero esto no significa que a falta de ello se pueda presentar un desequilibrio social”.

Define que incluso potencias mundiales como Estados Unidos, padecen de esta problemática, generada por la falta de fuentes de empleo, “y en el ‘Coloso del Norte’ nadie habla de ninguna desestabilidad social que pueda generar un conflicto armado interno.

Gerardo Antonio Pérez Pérez, delegado de la Región Laguna I de la Procuraduría General de Justicia del Estado, asevera que la existencia del comercio informal ha sido desde siempre y no implica que haya o no algún estallido de tipo social.

Por su parte el alcalde de Torreón, Guillermo Anaya, afirma que sí existe crecimiento en el país “y el cambio” en términos globales, realmente llegó. Destaca que es importante tomar en cuenta que las buenas noticias también son noticia. Actualmente la economía es sólida desde su punto de vista.

Reconoce sin embargo algunos factores adversos que la hacen débil como son los problemas derivados de la informalidad y de todos aquellos que se dedican a actividades ilícitas para sobrevivir como el contrabando y “la piratería”.

Pero cita que combatir esos problemas les corresponde a los legisladores.

“Ya está legislado al respecto y corresponde la Secretaría de Hacienda y a la Procuraduría General de la República actuar en consecuencia pero evidentemente no lo hacen”.

Indica que el actual modelo económico es perfectible, conforme se van presentando factores socio-económicos que obligan a hacerle adecuaciones.

“Pero en términos generales, así como están las cosas, no se avizoran las crisis sexenales de otros tiempos”, apunta el alcalde torreonense.

Poder “pirata”

La PGR ha detectado en nueve ciudades al menos 15 tianguis y plazas comerciales como principales centros de distribución masiva de “piratería”, además aproximadamente el 70 por ciento de la mercancía ilegal se concentra en la Ciudad de México.

La industria de la “piratería” de películas tiene 85 puntos de venta al mayoreo distribuidos en 24 ciudades de 11 estados del país, seglún revela un estudio de la representación en México de la Motion Picture Association (MPA).

Actualmente es facultad de la Federación perseguir y castigar la “piratería” y el contrabando, pero la venta de los minoristas en el comercio informal no está enmarcada en una política de Estado para proteger a la industria, criticó la MPA.

Por su parte, la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas calcula que de los 151 mil 800 discos vendidos entre enero y octubre de 2004, el 60 por ciento fue “pirata”.

De los 43 mil 800 puntos de venta detectados, la Amprofon reportó que más de la mitad corresponde a vendedores callejeros, seguidos de puestos en tianguis y mercados sobre ruedas y que poco más del diez por ciento a locales comerciales en mercados públicos.

Las regiones con mayor consumo de música “pirata” son el centro y el sudeste del país, con un 76 y 72 por ciento, respectivamente, de las ventas totales de discos que se registraron durante 2004.

En contraparte, el 55 por ciento de la música que se consume en los estados del norte del país, es original, según la asociación. En el caso de las películas “pirata”, la Motion Picture Association aseguró que el comercio ilegal equivale a una pérdida de 40 millones de boletos menos de cine.

De los 85 principales mercados negros reportados por esta asociación de los principales productores y distribuidores de películas de Estados Unidos, 21 están en el estado de México, 17 en el Distrito Federal, diez en Guanajuato, siete en Querétaro y seis en Michoacán.

Nuevo León, Puebla, Morelos y Veracruz, tienen cuatro grandes centros de distribución cada uno, mientras que en Pachuca Hidalgo, existe un punto de venta más.

Pero según la MPA, Tepito es considerado el principal mercado negro de las películas “pirata” en México, donde incluso se surten algunos pequeños comerciantes de otros estados del centro del país.

Para la MPA, los 85 centros mayoristas son “la cara visible de organizaciones con poder económico y político, capaces de vender y distribuir en gran escala”.

En el caso de la industria del calzado, Concalzado reportó que las micro y pequeñas empresas del sector trabajan a un 55 por ciento de su capacidad instalada a consecuencia del contrabando y que las exportaciones de los productos mexicanos disminuyeron entre 1997 y 2003 un 57 por ciento.

Asimismo Concalzado reportó que el contrabando provocó, sólo en 2003, el cierre de 400 empresas nacionales del ramo.

Mañana: El actual modelo económico está enfermo.

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