La dentición humana puede considerarse que está conformado por 14 unidades funcionales o 28 dientes, el tercer molar es una variable estructural y puede estar ausente uno o más de éstos en el 25 por ciento de la población.
Según su función podemos dividirlos en:
*Unidades estéticas (área anterior o dientes del frente).
*Unidades oclusales o para masticación que proporcionan estabilidad (área premolares y molar).
Los anteriores (dientes del frente) y premolares (inmediatos al canino o colmillo) son indispensables ya que juntos pueden compensar la función sin embargo los molares no, éstos resultan afectados con mayor frecuencia y de forma grave por la caries y enfermedades periodontales o de encías.
La pérdida de un primer molar permanente inferior puede causar una cadena de causa efecto de más de 80 cambios y la pérdida de cualquier otro aunque produce similares cambios no son tan extensos.
Las secuelas tras la pérdida de uno o más dientes pueden ser:
*Migración o movimiento en forma de inclinación, rotación y extrusión o crecimiento en relación a los vecinos.
*Abertura de los contactos proximales o entre dientes lo que produce impactación o retención de alimentos.
*Pérdida de hueso en el sitio de la pérdida del diente.
*Interferencias oclusales o choque entre dientes o molares al momento de cierre o masticación.
*Pérdida de la dimensión oclusal vertical o relación de la dentadura superior con la inferior.
*Sobrecarga de la región anterior de los dientes frontales.
*Alteración de la función masticatoria que origina masticación unilateral o anterior.
*Actividades parafuncionales que son fuera de lo normal como el bruxismo o rechinamiento dental lo que causa desgaste oclusal o de los dientes y muelas.
*Disfunción temporomandibular o cambios de la función en la articulación del hueso inferior o mandíbula con relación al cráneo.
En la región anterior se pueden producir secuelas como:
*Alteración de la estética y la fisonomía o imagen general de la cara.
*Alteración del habla.
*Afectación de las funciones psicosociales, como la autoestima y autoconfianza.
Dado a que los molares suelen ser los primeros dientes en ser extraídos, es frecuente observar arcadas dentales acortadas (las áreas superior o inferior completa). La combinación de arcada dental acortada y afectación periodontal parece ser factor de riesgo potencial de una mayor pérdida de dientes.
Los problemas de migración de los premolares hacia atrás o distal se manifiestan y pueden presentar aumento de cargas sobre los dientes anteriores lo que además causa espacios entre los dientes del maxilar.
Para saber la capacidad de función masticatoria puede medirse mediante pruebas de masticación como pulverización en 20 ó 40 masticaciones (rendimiento masticatorio) la mayoría con alimentos duros como cacahuates, zanahorias, almendras.
En general existe correlación positiva entre el rendimiento masticatorio y el número de unidades oclusales o áreas de morder, sin embargo no se ha determinado el rendimiento mínimo masticatorio en las sociedades industrializadas o en personas que toman alimentos refinados.
La pérdida de dientes y sus secuelas es un fenómeno que se exageró en el pasado y aún puede darse probablemente debido a la ignorancia de la capacidad adaptativa del sistema estomatogmático (o la boca y/o sus estructuras) en situaciones de cambio por lo cual nos puede resultar fácil considerar la opción de la extracción.
Las múltiples complicaciones que se pueden generar son factores a considerar para tener prevención y lograr conservar una dentadura sana. Brindar información permite crear una cultura de hábitos de cuidados en higiene y atención dental para evitar complicaciones al pasar de los años.
