COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE LA LAGUNA A.C.
FILIAL ASOCIACIÓN DENTAL MEXICANA
(Segunda parte)
El pasado domingo el artículo se trataba de la relación de la pintora Frida Kahlo y el Dr. Samuel Fastlicht, de los intercambios entre consulta y rehabilitación bucal y obras de la artista como pagos de los servicios profesionales.
Frida interrumpía con frecuencia el tratamiento dental enviándole misivas para disculparse de no asistir consulta.
A continuación describo estas interesantes cartas:
Mes y medio después la pintora le envía otra carta al Dr. Fastlicht adjunta al cuadro del autorretrato con las especificaciones del convenio.
Enero 9 de 1984. Coyoacán.
Sr. Dr. Samuel Fastlicht.
Presente.
Estimado compañero. Aquí tiene finalmente la pintura. Me tardé mucho más tiempo del convenido porque últimamente he tenido una temporada de ?friega? doble ancha que no tengo palabras cómo describirlas. Todo ese estado de ánimo se refleja naturalmente en mi autorretrato. Quizá a usted no le guste nada, y tiene todo el derecho a decírmelo sinceramente. A mí sí me gusta puesto que es la expresión exacta de mi emoción y es lo que a todo pintor sincero le interesa. Pero como usted es el que compra, la cosa cambia. Me dijo Anita Brenner que el precio le pareció alto. Oiga compañero, le ruego que no crea que encajo, sino al contrario, yo vendo mis cuadros en 3,000 del águila y a usted por haber sido tan gentil conmigo, se lo dejo en $2,500.00 de los que usted se cobrara 500 que le debo por los molares y a mí nada más me quedan 2,000 cerraditos, que en estos tiempos se vuelven ?puritito humo?. Pero tampoco quiero forzarlo a nada. Si no le parece bien el trato, más tarde le puedo hacer otro más chico y de menos trabajo y éste lo vendemos por otro lado. Nada más que ahorita estoy de un ?bruja? que me lleva? el tren de Laredo, y necesito tener centavos. Por eso hasta me atrevo a mandárselo todavía fresco. En una semana voy y se lo barnizo. Ya sabe compañero que entre usted y yo hay franqueza y me puede decir todo lo que se le antoje. Si me manda los centavos déselos por favor a mi hermana Cristina que es la chaparrita que le lleva el cuadro. No voy yo personalmente, porque me siento como gato remojado. Millones de gracias y espero que comprenda claramente que no es encaje de mi parte ni nada que se le parezca. .
Le mando hartos saludos y no me mande regañar porque no he ido. Si estuviera usted en mi lugar ya se habría echado de la catedral para abajo.
Que la vida en 1948 y siempre le sea leve es lo que le desea su compañera y amiga sincera, Frida Kahlo.
Gracias a la información que me proporcionó el Dr. Jorge Fastlicht, sabemos que esa obra de Frida sí la conservó el maestro, y el mismo Jorge recuerda que durante muchos años la pintura estuvo colocada en la cabecera de su cama. Actualmente pertenece a uno de los miembros de la familia.
Hay unas líneas que Frida Kahlo dice en su carta sobre el autorretrato: ?quizá a usted no le guste nada, y tiene todo el derecho a decírmelo sinceramente. A mí sí me gusta puesto que es la expresión exacta de mi emoción y es lo que a todo pintor sincero le interesa?.
Sus biógrafas coinciden en que su rostro tiene fuertes rasgos masculinos en los que se acentúa el sufrimiento y el dolor de muchos años de padecerlos, asimismo por la separación de Diego, en él se puede apreciar una rigidez o ?acartonamiento? de toda la composición que bien podría ser ?una máscara de feria?, o como menciona Tersa del Conde ?hace evocar la impasibilidad de un icono bizantino?.
Un año después de la carta anterior, Frida Kahlo se vuelve a comunicar con el Dr. Fastlicht para solicitar nuevamente sus servicios profesionales, esta vez le pide una consulta a domicilio, cosa rara hasta el día de hoy, pero si tomamos en cuenta que durante todo ese año la pintora estuvo hospitalizada por una serie de operaciones hechas en la columna vertebral y su periodo de rehabilitación, en el cual le fueron suministradas diversas drogas para controlar los intensos dolores a las que se volvió adicta; esto nos permite entender el sentido de las siguientes cartas:
Hospital Inglés, enero 12, 1950.
Querido Dr. Fastlicht.
Perdone la lata que le voy a dar. Todavía estoy en el hospital pues ?para variar? me volvieron a operar del ?espinazo? y hasta mañana sábado me podré ir a mi cantón de Coyoacán. ¡Todavía encorsetada y bastante jo?ven de edad! Pero no estoy desanimada y procuraré empezar a pintar lo más pronto que pueda.
Bueno, doctor, la lata que le voy a dar consiste en esto: el puente de arriba se me rompió, no se lo puedo mandar porque me quedó cual calavera! ¿Qué hago? Y el de abajo se lo mando porque no puedo usarlo hace ya tiempo que me lastima mucho donde los ganchitos agarran los dientes. Y también quiero preguntarle ¿Qué hago? No puedo comer bien y estoy muy fregadísima.
No puedo ir a verlo, y me parece demasiado pedirle que Ud. me haga una visita pues sé lo ocupado que está siempre. Así que lo dejo a su buena voluntad y gentileza.
Desde el domingo estaré ya en Coyoacán Allende número 59 (su casa). Quiere mandarme un recado o hablarme al 105221.
Mil gracias y un saludo muy cariñoso de su amiga. Frida.
Seguramente lo llevaron a visitarla al hospital, para resolverle su problema lo más pronto posible, pero después de esta ocasión acudió a la Casa Azul de Coyoacán varias veces.
Quince días después de esa carta Frida le manda las prótesis con las marcas necesarias para que don Samuel pudiera hacer los ajustes necesarios y así le quedaran, más cómodas. El texto es lo siguiente:
Coyoacán. 1º. de febrero 1951.
Querido camarada.
Aquí van las muelas. Lo que le pinté de rojo es lo que más me lastima. La encía ya está casi ulcerada, y usted se puede imaginar cómo está su compañera! ,¡echando chispas! Pero estoy tan agradecida con su gentileza que no tengo palabras con qué expresarle mis sentimientos.
Oiga compañero, ¿qué no sería mucha lata para usted darme dos recetas para comprar dos ampolletas de demarol para poder dormir a gusto hoy y mañana? Solamente me las venden con receta para narcóticos.
No sabe cómo se lo agradecería si fuera tan buena gente de dármelas. Ya está bueno de molederas, ¿verdad? Mil gracias y hartos saludos cariñosos con un beso de Frida.
La segunda parte de la carta es muy interesante por la petición que le hace de un medicamento controlado el cual ?como ahora- requería de recetas autorizadas por la Secretaría de Salubridad y Asistencia (actual Secretaría de Salud). A ese respecto Raquel Tibol hace la siguiente anotación; ?según recuerda su hija Graciela, el doctor Samuel Fastlicht prefirió destruir su recetario para evitar que su simpatía por Frida lo inclinara a realizar algo indebido?. Este solo pasaje nos muestra el alto grado de ética profesional y de moralidad que el maestro tenía.
El hecho no enfrió la amistad entre estos dos grandes personajes. Ya no se encontraron más cartas pero es probable que siguiera el Dr. Fastlicht atendiendo a Frida Kahlo de los problemas bucales que se le fueran presentando en los siguientes tres años que le quedaban de vida a la pintora.
En 1951 Frida pintó un óleo sobre tela con una composición de frutas entre las que distinguimos varios melones, una calabaza, una rebanada de chilacayote y algunas naranjas, alrededor de una figurilla de un perrito de Colima que en la parte superior tiene otro melón y del lado derecho un gran melón chino con una banderola clavada con la leyenda ?Soy de Samuel Fastlicht. Me pintó con todo cariño. Frida Kahlo en 1951 para el maestro Fastlicht.
En este breve relato, en los que se unen dos personajes que han sido fundamentales para la pintura mexicana (la una), para la profesión odontológica (el otro) y para la cultura nacional (ambos), he querido hacer una remembranza y un cariñoso homenaje para uno de los hombres que más han tenido que ver con mi formación profesional, mi maestro el Dr. Samuel Fastlicht, a cien años de su nacimiento y veinte de su ausencia.
Fuente: Dr. José San Filippo.