Nueva York, (EFE).- Los saxofones de Charlie Parker y John Coltrane, las trompetas de Dizzy Gillespie y Clark Terry, así como cartas, partituras y hasta vestimentas de las más grandes figuras del jazz de todos los tiempos serán subastadas el próximo 20 de febrero en Nueva York.
La subasta fue anunciada por la casa Guernsey's Auction House, que asegura que esta será la mayor de su tipo dedicada exclusivamente al mundo del jazz.
Aunque la casa de subastas no quiso estimar lo que puede recaudar, calcula que el precio pagado por algunos artículos superará el millón de dólares.
Entre ellos se cuenta un saxofón alto hecho expresamente para Charlie Parker por la fábrica King y que para la casa de subastas es el "Santo Grial" entre los muchos instrumentos utilizados por el genio del be-bop en su carrera.
Según Guernsey's, este instrumento pudo haber sido el que Charlie Parker empeñó en Nueva York en enero de 1955, siete semanas antes de morir.
También se espera que alcance el millón de dólares el saxofón tenor marca Selmer utilizado por John Coltrane en la década de los años 60 y que fue uno de los tres instrumentos preferidos por el genial músico.
Sobre las partituras y apuntes originales de su composición "A love supreme", considerada una de las cumbres del jazz de todos los tiempos, se espera recaudar unos 300 mil dólares.
Medio millón de dólares es el estimado por la casa de subastas para la trompeta de Dizzie Gillespie y un cuarto de millón para el saxofón barítono de Gerry Mulligan.
Por el clarinete de Benny Goodman se espera obtener unos 100.000 dólares, al tiempo que por una carta de cerca de 30 páginas escrita por Louis Armstrong a su agente se estima un precio de 200.000 dólares.
También se subastarán prendas utilizadas por algunas grandes estrellas del jazz, como un vestido de noche de Ella Fitzgerald y la tradicional chaqueta con bordados dorados del excéntrico Thelonious Monk.
La subasta incluye también pinturas originales del trompetista Miles Davis, así como del artista Frank Kline, y caricaturas de Al Hirschfeld.
La mayor parte de las piezas puestas en subasta se obtuvieron directamente de las familias de los músicos, y se espera que parte de los ingresos vaya en beneficio de instituciones de conservación y difusión del jazz, así como a obras de caridad.