París, (Notimex).- La célebre fotografía "El beso", del francés Robert Doisneau, que se convirtió en un ícono de París y un símbolo del amor desde hace décadas, fue subastada aquí en 201 mil dólares, 10 veces más que su precio estimado inicialmente.
"El beso", que muestra a una pareja besándose frente al edificio del Ayuntamiento de París, fue vendida en un céntrico hotel parisino a un comprador anónimo de origen suizo por 155 mil euros (201 mil dólares), sin contar impuestos y otros gastos.
La casa de subastas que organizó la venta, Artcurial Briest-Poulain-Le Fur, había estimado inicialmente el precio en 15 mil o 20 mil euros (19 mil 500 y 26 mil dólares).
La fotografía en blanco y negro mide 18 por 24.6 centímetros y lleva el sello de Robert Doisneau (1912-1994) en su cara posterior.
"El beso" era propiedad de la mujer que aparece en la imagen, Franáoise Bornet, quien decidió venderla 55 años más tarde de que fuera tomada.
La fotografía fue vendida en menos de tres minutos por teléfono en una venta que concluyó con numerosos aplausos de los asistentes y que contó con la presencia en la sala de la protagonista de la imagen.
"No me podía imaginar que alcanzaría un precio semejante", declaró la protagonista y vendedora Francoise Bornet, que en la actualidad tiene 75 años.
Durante años la protagonista de la fotografía, que en la imagen aparece besándose con su novio de entonces, compañero de un curso de teatro ya fallecido, se quejó de que Doisneau no le pagó nada por posar ni nunca recibió dinero por derechos de imagen.
La fotografía fue tomada por Doisneau en 1950 en el marco de un reportaje que le encargó la revista norteamericana "Life" sobre los enamorados en París.
Años más tarde, en 1992, se descubrió que Doisneau hizo posar a la pareja dándose el apasionado beso, pero que parecía haber sido tomada al azar entre la gente que pasaba por la calle Rivoli, en la lateral del Ayuntamiento de París.
La instantánea se hizo célebre en todo el mundo en 1986 cuando se publicó por primera vez en formato póster. En sólo seis años se vendieron más de 410 mil ejemplares, un récord mundial.
La protagonista de la fotografía mantuvo el secreto durante años pensando que Doisneau prefería que se creyera que había sido tomada sin preparación.
Sin embargo, el célebre fotógrafo confesó después que jamás habría tomado una fotografía de esas características, ya que "raramente por la calle se besan parejas legítimas".
