Berlín, (Notimex).- La imaginación de negociantes alemanes no tiene límite y aprovechan la elección del Cardenal Joseph Ratzinger como Papa hace casi dos meses y subastan por Internet un filete en el que una mujer creyó reconocer el rostro del Pontífice.
La visionaria es la madre del comerciante que vende el pedazo de carne, acompañado de salsa catsup o de pan tostado, a elección del consumidor.
Resulta llamativa la pregunta de un interesado en la red, que desea saber si no hay un filete del Papa de carne de oveja, porque no le gusta la ternera.
Este es sólo un ejemplo del ansia de negocio de numerosos comerciantes, así como de la fiebre que se despertó en Alemania el 19 de abril, cuando desde El Vaticano se anunció el "Habemus Papa".
El pueblo de Marktl am Inn, situado en la zona norte de Baviera, que vio nacer a Ratzinger, aprovechó la ocasión para impulsar su actividad económica de cara al turismo.
Además, se dio a conocer la fundación de una sociedad de turismo para organizar la llegada de peregrinos y visitantes a la localidad de dos mil 700 habitantes, para ofrecer un programa en varias lenguas.
"Turismo y Encuentro - Marktl" (TBM) se llamará la nueva empresa, que pretende ser "la base para un lugar de encuentro de orientación espiritual", según se anunció desde el municipio bávaro.
Menos espiritual resulta la venta de las tortas de Benedicto o el pan de El Vaticano en la panadería del pueblo, así como de la cerveza del Papa, que comenzó a comercializarse inmediatamente después de su elección el pasado 19 de abril.
La cerveza del Papa se vende en botellas especiales, recubiertas con una etiqueta con el retrato del Pontífice, aunque muchos dudas que Joseph Ratzinger llegue incluso a probarla.
Pero la fiebre comercial no se limitó al pueblo bávaro, sino que inmediatamente saltó al medio de comunicación por excelencia en la actualidad, Internet, mediante el sitio de subasta eBay.
Así lo demostró la venta electrónica del "Golf del Papa", por el que el joven alemán Benjamín Halbe consiguió una suma de 190 mil euros (unos 232 mil dólares), que pagó un casino electrónico estadunidense.
La venta de un automóvil de segunda mano, que Ratzinger no condujo nunca, por carecer de permiso, disparó la imaginación de los negociantes, que comenzaron a ofrecer en la red artículos relacionados de una u otra forma con el Papa.
Más de 600 artículos se encuentran en estos momentos en venta en Internet, desde sellos de correo y monedas, hasta rosarios, camisetas o extravagantes objetos, como el "filete del Papa".
Otro ejemplo peculiar se observa en otro negociante que ofrece un micrófono que Ratzinger utilizó para sus prédicas, un objeto "tocado por sus labios sagrados", como asegura su dueño, capaz de funcionar a la perfección.
El comerciante fue más allá y aseguró que aún quedan restos de la saliva de Benedicto XVI en la superficie del aparato, aunque hasta el momento el objeto no despertó mucho interés en la red.
El consorcio Volkswagen comenzó a producir un segundo ejemplar del "Golf del Papa" con idéntico equipamiento, en la cercana localidad de Regensburg, donde vive el hermano de Joseph, Georg.
La fiesta de introducción al mercado de ese auto se planea para julio, aunque parece que no acudirá ni el Papa, ni su hermano Georg, que desaprobó en todo momento los movimientos en torno al negocio automovilístico.
En la bolsa electrónica eBay se ofrece también otro artículo de mayor cuantía que es la casa de Bonn donde vivió Ratzinger de 1959 a 1963, que se vende en la red por más de un millón 135 mil dólares.
Los comerciantes aseguraron que allí vivió el actual Pontífice cuando daba clases de teología en la Universidad.
Para los incrédulos, la guía de teléfono donde se refleja que Ratzinger vivió en la Wunzerstrasse, número 11 de Bonn y un documento de la Universidad prueban la autenticidad del "lugar sagrado".
En Alemania nadie desaprovecha la ocasión de sacar partido a cada centímetro cuadrado tocado por Ratzinger en su camino a Roma, hasta conseguir el Trono de El Vaticano.
