Moscú, (EFE).- El ayuntamiento de Moscú subastará el hotel "Ucrania", uno de siete "rascacielos" estalinistas que, junto con el Kremlin y la plaza Roja, son la marca distintiva del paisaje urbano de la capital rusa.
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, ordenó al Departamento de bienes municipales hallar un tasador independiente para fijar el precio de salida del cien por cien de las acciones del "Ucrania", situado junto a un meandro del Moscova, justo enfrente de la sede del Gobierno de Rusia, conocida como la "Casa Blanca".
Precisamente desde sus ventanas las cadenas de televisión transmitieron en directo en octubre el 1993 el cañoneo del Soviet Supremo, parlamento ruso, que entonces tenía su sede en la "Casa Blanca".
Según las tasaciones preliminares, el precio del "Ucrania" se calcula en 157 millones de dólares.
El edificio, de 29 plantas y 170 metros de alturas, fue construido entre 1950 y 1955, y cuenta, además de la torre donde se encuentra el hotel propiamente tal, con dos alas de ocho y diez plantas, donde hay un total de 254 apartamentos.
Formalmente, los siete "rascacielos" estalinistas tienen la misma fecha de nacimiento: el 7 de septiembre de 1947, día en que fueron colocadas sus primeras piedras.
Con categoría de cuatro estrellas, aunque no ha sido reparado a fondo prácticamente desde su construcción, el "Ucrania" puede albergar hasta mil 627 personas en sus mil 032 habitaciones.
El hotel cuenta con un original sistema de evacuación en caso de incendio consistente en enormes mangas elásticas de cerca de 30 metros de longitud que, en caso de siniestro, se extienden entre diversos pisos del edificio y por las que pueden descender en cuestión de segundos hasta diez personas de manera simultánea.
Para el 850 aniversario de la fundación de Moscú, en 1997, la fachada de piedra del edificio fue lijada para limpiarla de cuarenta años de polvo y smog y devolverle su color rosado original.
El edificio, obra de los arquitectos Arkadi Mordvínov y Viacheslav Oltarzhevski, es considerado una pieza característica del clasicismo estalinista, por la forma de su fachada, que incluye también enormes figuras escultóricas con elementos de la simbología soviética.
El año pasado, el hotel "Ucrania" tuvo ganancias de casi dos millones de dólares, pero aun así el ayuntamiento tiene problemas para encontrar inversores interesados en el inmueble.
Uno de los obstáculos para los inversores radica en que la torre donde se encuentra el hotel comparte todo tipo de comunicaciones de ingeniería, como tuberías de calefacción, agua, alcantarillado, con las alas de apartamentos.
Por cuanto el edificio fue declarado monumento arquitectónico, el "Ucrania" no puede ser demolido.
Empresas del ramo han calculado el coste de la reconstrucción del "rascacielos" estalinista en 1.500 dólares por metro cuadrado, lo que supone una inversión total, incluida la adquisición del inmueble, de 250 millones de dólares.
Según la compañía Swiss Realty Group, en caso de administración eficiente el "Ucrania" puede generar, como mucho, 20 millones de dólares de ganancia anual, por lo que la inversión puede ser recuperada en un plazo de doce o trece años, cuando en caso de oficinas y centros comerciales es sólo de cinco años.
"El 'Ucrania' puede interesar sólo a un gran inversor que no esté interesado en rápidas ganancias", dijo en declaraciones al diario "Kommersant" Iliá Shershnev, director de desarrollo de Swiss Realty Group.
Pero también hay otras opiniones: para la compañía Knight Frank el proyecto del "Ucrania" reviste gran interés.
"Es uno de los proyectos de inversión más atractivos, pese a la necesidad de reconstruir", declaró Konstantin Romanov, jefe de consultoría de Knight Frank, quien destacó como la principal ventaja del hotel su ubicación privilegiada.
