El actual propietario de la mansión de Pedro Infante invertirá´para convertirla en un hotel de tres estrellas
Notimex
Mérida, Yuc.- A sus 81 años, Juvencio Sosa Chacón nunca imaginó que la vida le alcanzaría para poseer la mansión de quien fuera su más grande ídolo y el de todos los mexicanos: Pedro Infante Cruz.
Ahora, ya instalado en la última etapa de su vida, pero con la misma entereza y bríos de aquellas décadas de los 40 y 50, el empresario yucateco se da el lujo de ser el amo y señor del último predio que habitó vivo y que recibió ya muerto al polifacético y mítico personaje sinaloense de cuyo deceso se cumplen hoy 48 años.
?Sí, claro que lo conocí, como muchos yucatecos de aquella época, aunque nunca tuve trato alguno con él?, recuerda el empresario al rememorar aquellas épocas en las que venía desde su natal ex hacienda Temozón Sur a visitar a su novia quien vivía a unos metros de lo que entonces era la casa del intérprete de ?Pepe el Toro?.
?¿Que qué siento??, pregunta al ser consultado sobre lo que para él significa ser dueño de la alguna vez lujosa casa de Pedro Infante.
Y con una gran sonrisa, responde al continuar su breve jornada retrospectiva: ?Una gran satisfacción, era mi ídolo, aún recuerdo cómo lo veíamos paseando aquí en la avenida Aviación con su motocicleta, dichoso, él paseaba, mientras yo tenía que trabajar muchísimo... fue un hombre privilegiado y querido?.
Sosa Chacón, empresario especializado en la administración de hoteles y centros de hospedaje, lleva ya cerca de un año trabajando en la remodelación de lo que fuera el hotel Alfonso García, y originalmente la mansión de Infante que compró en 2004.
De acuerdo con sus anteriores propietarios, herederos de Alfonso García, la mansión, que supera fácilmente los mil metros cuadrados de superficie fue vendida a su padre a principios de la década de los 60 por Ruperto Prado, quien fuera representante de la trágicamente fallecida estrella del celuloide.
Sosa Chacón concretó la compra del predio en junio de 2004, según él, con una inversión de unos 3.5 millones de pesos, aunque estima que su inversión final rebasará fácilmente los cinco millones de pesos.
Aún tengo que invertirle en lo que falta de remodelación, con lo que ello implica, así como en la compra de camas y aires acondicionados para los 80 cuartos y tres condominios que tiene, reconoció.
El predio, ubicado en la avenida que conduce al aeropuerto de esta ciudad, se encuentra aún en muy mal estado, prácticamente en ruinas, pero ya se nota desde su entrada el trabajo de remozamiento.
Durante los últimos años, el establecimiento había funcionado como hotel de paso y en sus afueras se observaban prostitutas que ofrecían sus ?servicios? y ahora, de acuerdo con su nuevo dueño, seguirá siendo un centro de hospedaje, pero ya más formal, al que pretende darle una clasificación de al menos tres estrellas.
La que fuera casa de Pedro Infante, tiene un gran jardín interior, una alberca del tipo de las que existieron en la época de Infante, quizás una mansión como la que compartió con Miroslava en Escuela de Vagabundos.
Se dice que también tuvo una barbería y hasta boliche que paradójicamente le permitieron vivir de una manera muy diferente a la de Pepe el Toro, o Tizoc, personajes que lo hicieron inmortal.
Allá mismo, en ese lugar, Pedro Infante Cruz fue velado la mañana del 15 de abril de 1957, tras su muerte, ocurrida en el amanecer de ese día tras desplomarse su avión en las cercanías del aeropuerto meridano.
Posteriormente, personajes venidos desde la ciudad de México como Mario Moreno ?Cantinflas? (qepd), trasladaron su cadáver a la capital del país para el multitudinario entierro con el que se le dio despedida al hombre y se dio la bienvenida al mito que mañana cumple 48 años de nacido.