Oscuro y sin vigilancia, este sector de la ciudad es dominado por viciosos y malvivientes
José L. Fuentes Delgado / El Siglo de Durango
La falta de alumbrado público y la poca vigilancia que presta el Municipio, entre otras carencias, han transformado a la colonia Gobernadores en tierra de nadie. Unidades de Seguridad Pública van cada tercer día y durante las noches no hay corporación que entre, debido a que borrachos y drogadictos tienen asolado el lugar y por el terreno difícil no es posible perseguir a los maleantes.
Los robos, a pesar de que disminuyeron con relación al año pasado, están a la orden del día. Difícilmente los habitantes de la zona desean salir de sus casas, pues temen que al regresar no encuentren ya nada en sus viviendas.
A decir de los propios vecinos, por las mañanas van efectivos de la Policía Montada, dos elementos en total y ya mayores de edad, que a manera de burla, cuando señalan algún sujeto para detenerlo, dicen que su edad no es limitante, ya que ?quienes corren son los caballos, no nosotros?.
Nacida a partir de una invasión de terrenos donde se pretendía crear una zona residencial, a seis años de su fundación, los problemas continúan para aquéllos que desearon habitar este predio situado al poniente de la ciudad, entre los cerros, a un costado de la colonia La Virgen.
El camino que servía para acceder por el Parque Sahuatoba fue obstruido por una cerca de malla ciclónica; ahora la única entrada y salida es por calle Crisantemo, que ya en la Gobernadores cambia de nombre por Ángel Sergio Guerrero Mier, lo que no es del agrado de la mayoría de los habitantes.
Atrás de la escuela primaria está el taller de José Germán Huerta, uno de los propietarios de un taller de herrería a quien hace dos meses le robaron la herramienta y ahora pidió prestada alguna para continuar trabajando. ?Mi casa está al lado del taller y no me robaron la televisión y el estéreo porque los dejé encargados con familiares, dijo?.
Entre ciertos vecinos de malas mañas y habitantes de la colonia Miguel de la Madrid que atraviesan por el cerro, no hay de quién cuidarse; si son tablas o hule, en cuestión de minutos desaparecen. No hay confianza ni en quienes viven al lado, aseguran.
Por su parte, la señora Lilia Manuela Pérez comenta que durante la noche sólo se escuchan las risotadas de los borrachos y el escándalo de algunos jóvenes que se drogan en las faldas del cerro; es por ello que nadie se atreve a salir de noche. Mucho menos acudirán los policías; por eso, más vale cerrar la puerta y no abrirle a nadie.
El temor es generalizado. Juana García, quien estaba de visita en la colonia con una hermana, señala que la situación era similar en La Virgen hace algunos años; por ello, asevera que no se cambiaría con su pariente para padecer los mismos problemas.
?Aquí hay que imponerse, tanto con las autoridades como con los ?malandros? y regresar antes de que oscurezca, porque hasta los taxistas se niegan a traerla hasta acá?.
A un costado de la avenida principal de la colonia, Mateo Delgado atiende un puesto de dulces y comenta que cuando Ismael era presidente municipal, en alguna ocasión hicieron una manifestación para que hubiera mayor seguridad y durante año y medio nunca faltó la vigilancia.
Hoy las patrullas que se solicitaron para la hora del recreo y la salida de los niños sólo vienen a que la Directora les firme la hoja sin dar algún rondín; ?vienen de vez en cuando, pero por las noches ninguna patrulla, mucho menos de los preventivos?, dice.
En las faldas del cerro, a pocos metros de las últimas casas, no es nada extraño ver botellas rotas de cerveza y algunas bolsas con resistol o cemento, al mismo tiempo que bolsas de basura se acumulan ante la falta de los camiones recolectores.
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¿Zona sin riesgo?
Debido al difícil acceso a colonias como La Virgen, Gobernadores, Las Margaritas, actividades ilícitas como el robo a casas-habitación, ventanas clandestinas y el narcomenudeo han proliferado, debido al vacío de autoridad que impera en estos lugares y la falta de elementos y unidades para ampliar los recorridos.
Considerada como la zona número uno en el mapa delictivo de Seguridad Pública, de las supuestas no problemáticas, consta de 35 asentamientos: dos poblados, 21 colonias y 12 fraccionamientos, la mayor parte de nivel medio bajo.
Hasta la fecha la Dirección de Seguridad Pública carece de proyecto para atender la problemática que impera en la ciudad y solamente actúa por inercia; será en los meses siguientes que las peticiones de la ciudadanía, sobre todo de las colonias marginadas, hagan eco en los oídos de las autoridades, antes de que pase algún incidente grave.
Numeralia.-
-La colonia Gobernadores tiene seis años a partir de su creación
-De las 130 viviendas que hay en el lugar, una tercera parte es de madera y cartón