Vota el Parlamento a favor del Gabinete propuesto por el primer ministro Ibrahim al Jaafari
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BAGDAD, IRAK.- Irak formó ayer su primer Gobierno electo democráticamente en más de 50 años y puso fin a un periodo de tres meses de estancamiento político que dificultaba los esfuerzos para terminar la violencia.
El Parlamento de 275 escaños votó en forma abrumadora a favor del Gabinete propuesto por el primer ministro Ibrahim al Jaafari, cerrando el vacío de poder que existía desde las elecciones del 30 de enero.
En un toque de ironía, la formación del Gobierno tuvo lugar el día en que Saddam Hussein cumplió 68 años.
Las demoras en la formación del Gabinete, provocadas por el desacuerdo con respecto a la asignación de los ministerios, han socavado la fe de los iraquíes en sus líderes.
Las prolongadas negociaciones del Gabinete borraron el optimismo creado por las elecciones e incluso alentaron a la insurgencia.
El Gabinete está constituido por 31 ministros y cuatro vice primeros ministros, una iniciativa para dar espacio a casi todos los grupos étnicos y sectarios de Irak en medio de una creciente tensión.
Muchos de los puestos fueron otorgados a musulmanes shiitas, que son mayoría en el país, y se convirtieron en un nuevo poder político tras décadas de mandato sunita bajo Hussein.
Los kurdos y los árabes sunitas también tienen una fuerte representación. Siete ministerios fueron asignados a mujeres.
Sin embargo, Jaafari no llegó a nombrar ministros permanentes en cinco ministerios: petróleo, defensa, electricidad, industria y derechos humanos, lo que pone de relieve lo divididos que están los nuevos líderes con respecto a la forma que adoptará el Gobierno.
El ministro del petróleo en funciones será Ahmad Chalabi, un shiita que alguna vez fuera un hombre de confianza del Pentágono, mientras que el ministro provisorio de defensa será Jaafari. El ministerio del interior, considerado como esencial para la seguridad, será dirigido por Bayan Jabbor, también shiita.
En semanas recientes han surgido preocupaciones de que un ministro del interior shiita podría realizar una purga en el Gobierno alcanzando a muchos sunitas, que actualmente ocupan posiciones centrales en la lucha contra los insurrectos.
Aunque la distribución de cargos pareció seguir las líneas étnicas y sectarias, Jaafari, un shiita islamista, se esforzó en insistir que reflejaba un Gobierno de ?unidad nacional?.
Ningún miembro del partido de Iyad Allawi fue incluido luego de que fracasaran las conversaciones con el ex primer ministro esta semana, ante reportes que indicaban que él había exigido muchos puestos en el Gabinete.
El partido de Allawi salió tercero en las elecciones, obteniendo 40 asientos en el Parlamento, y ahora formará parte de la oposición.
