EFE
Los Ángeles, EU.- A la hora de la belleza, en Hollywood vale todo... desde voluptuosas tipo Marilyn, a famélicas estilo Calista. Pero, ahora, la industria del cine prefiere a sus chicas musculosas y ha puesto a tono a una generación de ?supernenas?.
Entre ellas está Jennifer Garner, dispuesta a luchar semanalmente en televisión desde la serie Alias, y convertida en superheroína de cine en el próximo estreno de Elektra.
O Hilary Swank, candidata al Globo de Oro y probablemente de nuevo al Oscar, por los músculos de boxeadora que muestra en Million Dollar Baby.
También hay que incluir a la vampiresa de Jessica Biel en Blade: Trinity, o a la también candidata al Globo de Oro Uma Thurman, por mantener el tipo y a sus enemigos a raya en las dos partes de Kill Bill.
Si durante años los regímenes de las estrellas eran una cuestión de perder peso, por la leyenda aquella de que la cámara engorda, ahora se trata de estar en forma.
?Estamos hablando de chicas con carne y huesos en un cuerpo sano y atlético, no un palo de 50 kilos?, resume Bobby Strom, uno de los múltiples entrenadores personales que han crecido como los champiñones en el campo de Hollywood para sacar partido de esta nueva moda.
Él se ha encargado de poner en forma a Biel, quien a sus 22 años y jugadora de fútbol gran parte de su vida, no parecería necesitar demasiada ayuda.
Aún así, la actriz perdió cinco kilos para su trabajo en Blade: Trinity, peso con el que redujo en un diez por ciento la grasa total de su cuerpo.
No hay más secreto que el sacrificio, en el caso de Biel el más duro fue olvidarse del azúcar, pero se trata de un esfuerzo con una gran recompensa.
Garner, de 32 años, pasó en el último año de ser una semidesconocida con malas películas como Dude, Where is my Car? o Mr. Magoo, a transformarse en la heroína de Alias, serie por la que de nuevo es candidata a los Globos de Oro.
La actriz ya ha sido descrita como ?la nueva Julia Roberts? y, pese a que su sueldo aún dista mucho de los 20 millones de dólares que cobra ?la novia de América?, no es menos cierto que empieza a acercarse a la liga de las mejor pagadas de la pantalla.
Es un sueldo que se gana a pulso, nunca mejor dicho, con una jornada que comienza a las 4:00 de la mañana, el único momento en el que puede asegurarse la hora de ejercicios que necesita para mantenerse en forma.
El resto son comidas cada tres horas, que como un reloj se prepara ella misma para saber con certeza qué come.
Una dieta de mil 400 calorías diarias cargada de proteínas, que comienza con una tortilla de clara de huevo antes del amanecer y donde lo único que hay para ?picar? son almendras o zanahorias crudas.
Los resultados se podrán ver claramente la próxima semana en el estreno de Elektra, donde el sexy corsé rojo con malla a juego de su protagonista revelarán gran parte de su cuerpo.
Otro trabajo de premio es el que Swank ha hecho con su cuerpo.
Menuda, casi esquelética, cuando recogió el Oscar por Los Muchachos No Lloran (1999), el objetivo de la dieta y el ejercicio a los que se ha sometido esta actriz de 30 años fue el de ganar músculo y ponerse en forma para ser convincente como boxeadora.
Para conseguir su meta tuvo que ingerir unas cuatro mil calorías diarias, algo que esta vegetariana logró tomándose un batido de proteínas a medianoche.
En total diez kilos de puro músculo, limpios de grasa, que sumó a un cuerpo que se ha ganado todas las alabanzas no sólo de la crítica sino de su director, el veterano Clint Eastwood.
Cuerpo que, como recuerda Eastwood en todas las entrevistas, no necesitó retoque alguno en la fotografía utilizada para anunciar un filme, que se ha asegurado su presencia en los Oscar y en todas las listas de galardones de esta temporada.
